El alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, ha recibido oficialmente este sábado a una delegación de ciudadanos de la ciudad francesa de Cognac, liderada por su alcalde, Berger Morgan, en un encuentro fraternal entre las dos localidades desde su hermanamiento en 1996.
Martín, que ha hecho entrega a su homólogo francés de una auténtica bota de vino hecha artesanalmente en Valdepeñas, ha reflexionado recordando que "un poeta español, que acabó exiliado en Francia, Antonio Machado, en uno de sus versos dijo que 'el español desprecia lo que ignora', así que conocerse es una manera de no despreciarse y encontrarse".
En este encuentro distendido, el alcalde ha recordado que "a lo largo de la historia de Valdepeñas, esta ciudad, sin saberlo, ha estado enamorada de Francia. La primera república de española, que fue en 1870, organiza las provincias españolas que figuran en todos los escudos que aparecen en el salón de Plenos y esa división la hizo el Rey José, el hermano de Napoleón".
El alcalde de Cognac, Berger Morgan, ha señalado por su parte que "Valdepeñas y Cognac son dos ciudades que tienen mucho en común" y ha agradecido dar continuidad a este tipo de encuentros. "Agradezco gentilmente esta invitación para conocer Valdepeñas y recibirnos en el Ayuntamiento, por lo que estoy feliz de estar con ustedes, porque esta visita me permite sacar la cabeza del agua y tomar un poco de fresco y así como tomar un poco de sol español, por lo que estoy encantado de poder conocer esta ciudad", ha manifestado, para hacer después entrega de unos obsequios al regidor municipal.
La delegación se encuentra de visita en Valdepeñas conviviendo con diferentes familias de la localidad, en una experiencia de intercambio cultural en el que aprovechan para conocer costumbres y el patrimonio y recursos museísticos que ofrece la ciudad, así como la gastronomía manchega.
HERMANAMIENTO. Este hermanamiento dio comienzo en el año 1996. Un lazo que tiene como objetivo unir a los ciudadanos de ambas localidades a través del respeto a sus costumbres, cultura y demás características que definen y diferencian a los pueblos que configuran la Nueva Europa.
Con este motivo, ambas ciudades organizan intercambios culturales, deportivos y artísticos, haciendo hincapié en todas aquellas actividades que potencien las relaciones humanas. Así, desde hace años se están desarrollando estos intercambios, siendo las familias de ambas ciudades las encargadas de acoger en sus hogares a los vecinos hermanados.