La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha ampliado las rutas en el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. A las 19 que ya existían se han sumado  otras 12 nuevas con el objetivo de dar a conocer el parque, ya que las 19 «se centraban en el término de Fuencaliente» y el parque «está constituido por ocho términos municipales». «Había otros rincones de otros términos que no tenían ruta y que eran susceptibles de ser visitados. Hay puntos muy interesantes que ver en otros enclaves que no solo sea alrededor de Fuencaliente», comenta el director del parque, José Ramón Ramos. 

Asegura, en declaraciones a La Tribuna, que una de las principales directrices de cualquier parque es la dinamización económica y el asentamiento poblacional del territorio, por lo que «era de razón abrir unas rutas en lugares donde no había ninguna». De esta manera, ya no solo pasarán por el término de Fuencaliente, sino que lo harán también por Mestanza, San Lorenzo de Calatrava, Solana del Pino e Hinojosas de Calatrava. Municipios que, junto con Fuencaliente, Almodóvar del Campo, Brazatortas y Cabezarrubias del Puerto conforman  el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, que cuenta con una superficie de unas 150.000 hectáreas.  

El Gobierno regional empezó a trabajar en este proyecto a finales del 2023 y principios del 24, por lo que tras conocer su viabilidad y cotejarlas con las cuatro principales empresas de ecoturismo de la zona se ha ultimado este verano encontrándose  ahora en proceso de licitación. De cumplirse los plazos, Ramos confía en que en septiembre se hayan licitado y que a finales de año «los trabajos en campo estén muy avanzados», por lo que se podría empezar a hacer uso de ellas en 2025.  

El cambio y mejora de la señalética es otra de las apuestas del Gobierno regional por este paraje natural. «Muchas de las rutas tenían una señalización muy escasa o casi nula, por lo que se ha hecho carteles para todas las rutas, donde a su inicio habrá un cartel muy explicativo con diferentes secciones en las que el visitante podrá ver la ruta en transversal, en otras en longitudinal, la distancia y una narrativa con lo que el visitante se va a encontrar.». Todo tipo de información para que el usuario «pueda estimar si esa ruta es duro o no para él», explica Ramos. «En algún parque natural o lugar de senderismo nos podemos encontrar con una ruta de dificultad media, y eso puede ser dura para alguien con muy poca experiencia». Por ello, continúa explicando, en estos paneles se informa con detalle aspectos como «longitudes de los trayectos y diferencias de cuota, por lo que de esta manera se puede calcular mucho mejor si la ruta está adaptada a las capacidades de cada uno». Y eso es de lo que informará el cartel de inicio. Asimismo, se pondrán una serie de balizas para que «el recorrido sea más seguro de cara a que el senderista no tenga dudas de si ir por un lado o por otro», comenta José Ramón Ramos, quien tomó posesión como director del Parque del Valle de Alcudia y Sierra Madrona hace ahora dos años.

Un parque, reconoce, que no es de los más visitados. Su distancia con las grandes ciudades y la carencia «importante» de alojamientos y oferta gastronómica dificulta, según Ramos, que el parque sea visitado. Un tema «en el que habrá que incidir en los próximos años», apunta.

Pero no será su único reto. Encima de la mesa tiene otros muchos como «la plantación de árboles para regenerar todas las riberas de los arroyos y ríos, proteger la dehesa e introducir el conejo en zonas en las que aún no tiene presencia para que sirva de alimento a las especies emblemáticas y protegidas que se encuentran en el parque como son, por ejemplo, el águila imperial y el lince, entre otros».    

El parque.

El Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona  presenta dos paisajes diferenciados. Por un lado, una enorme extensión de dehesas de aprovechamiento secular ganadero que conforma el Valle de Alcudia, con su mar de encinas y pastizales en el que se pierde la vista. Por otro, las sierras y montes del sur, de relieve quebrado, crestones y pedrizas que constituyen Sierra Madrona.

Diversos ríos y arroyos serpentean contribuyendo a enriquecer el paisaje con los colores cambiantes de su vegetación y vertiendo sus aguas a los grandes ríos Guadiana y Guadalquivir. La zona presenta un número muy importante de puntos de interés geológico de diversa naturaleza como hoces, cañones y cluses fluviales, cascadas naturales, humedales estacionales o permanentes, pedrizas y crestones cuarcíticos relevantes, escarpes naturales, cavidades naturales, formas de origen volcánico y formas periglaciares pleistocenas notables.