A finales de enero, Inmaculada Pacheco se convirtió en la nueva directora del Museo del Vino de Valdepeñas sustituyendo en el cargo a Manuel López Rodríguez, quien ejerció como director de esta institución en la legislatura de 2011 a 2015 y volvió en enero de 2020, justo antes de la pandemia. Una nueva responsabilidad que sumará a sus obligaciones como concejala de Juventud, Educación, Infancia e Igualdad en el Ayuntamiento, pero que asume con «ilusión y ganas» y muchos proyectos como aumentar el número de visitas y dar a conocer el museo a toda la población. «Aunque «estamos bien posicionados en cuanto a visitas, todo es mejorable», reconoce, al tiempo que asegura que pondrá su «granito de arena para que así sea». 
 

Directora del Museo del Vino de Valdepeñas. ¿Cómo afronta este nuevo cargo?
Con ilusión y muchas ganas y con la confianza de poder aportar la formación que tengo y poder devolver así, con esas ganas y esa formación, la confianza que se ha depositado en mí para esta nueva responsabilidad. 

Un cargo que compagina con la Concejalía de Juventud, Educación, Infancia e Igualdad. ¿Qué vinculación o qué factores en común tienen estas áreas con el museo? 
No creo que sean incompatibles. De hecho, tienen una fusión muy bonita, pues el Museo, algo tan didáctico y educativo, no se puede dejar perder ni de inculcar a la juventud como son también nuestras raíces, cultura e historia. En definitiva, nuestra idiosincrasia. 

Uniendo esas vertientes, ¿qué proyectos hay encima de la mesa para promocionar la cultura del vino entre la juventud?
Mi proyecto es dinamizar el museo en medida de lo posible. Es cierto que como concejala de Juventud siempre he inculcado una visita al Museo del Vino, entre otros muchos de la localidad, para que los jóvenes conozcan sus raíces, de dónde vienen y qué les hace ser un poco más valdepeñeros en ese sentido. Por eso, creo que es muy importante que la infancia y la juventud vayan de la mano para conocer todo lo relacionado con el vino, algo tan nuestro y que tanto nombre nos da. La cultura del vino es tan amplia que es necesario que se inculque a toda la provincia. 

Apenas hace un mes que tomó posesión. ¿Cómo han sido estos días? 
De adaptación y de conocer el funcionamiento del museo desde dentro, aunque es cierto que los trabajadores me lo están poniendo realmente fácil porque su trabajo y disposición es admirable. Estoy aún aprendiendo, y creo que nunca voy a dejar de aprender porque la cultura es tan amplia que no tiene fin. Estos días han sido de toma de contacto y de reuniones, pues he tenido encuentros con varios colectivos que quieren organizar varias actividades en el museo, y me enorgullece que la población esté interesada en esta institución. 

¿Cuáles serán sus próximos retos para este mandato? 
Vengo con muchas ganas de aportar todo lo que esté en mi mano y de continuar con el proyecto museístico que tenía ya redactado Manuel López, ya que como reto me gustaría verlo patentado y hecho realidad. 

¿Qué ofrece el Museo del Vino al visitante?
Tiene mucho potencial, pues dispone de muchas salas de diferente ámbito para poder desarrollar varias actividades como la sala de catas y la didáctica, entre otras, sin olvidar la destinada a las tinajas, que tiene un potencial espectacular y es digna de ver, y el salón de actos donde se desarrollan conferencias y ponencias de todo tipo. Pero también contamos con una bodega subterránea, que es una auténtica joya en este museo y con la que se puede aprender cómo se elaboraba antiguamente el vino, y una sala cultural en la que se pueden contemplar las botellas más históricas y conocer personajes valdepeñeros muy importantes en el mundo del vino. En definitiva, tiene un potencial que puede desarrollarse aún más. 

El alcalde se reunió con el presidente de la Diputación para trasladarle la situación delicada por la que atraviesa el museo. ¿Ha habido algún avance al respecto?
La Diputación ha sido siempre patrono de esta entidad y continúa aportando el capital, como así lo está haciendo también el Ayuntamiento. Es verdad que el museo tiene varias necesidades y que estamos pendientes de solventar, por lo que espero, y tengo totalmente confianza de que van a estar con nosotros para mantener algo tan suyo como es el propio edificio. A día de hoy, no tengo queja de la Diputación porque sé que vendrán a solventar los problemas que se tengan. 

¿Esta situación radica en la marcha del patronato de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Consejo Regulador? 
Las deficiencias surgen como en cualquier casa. Es un edificio, propiedad de la Diputación, bastante antiguo, aunque se remodeló, tiene varias deficiencias, incluso energéticas, y que podemos mejorar con el cambio del sistema lumínico a led, que supondría también un ahorro y una menorcontaminación. Espero que la Diputación esté a la altura de las necesidades. 

¿Cómo ve una posible gestión directa del espacio museístico por parte del Ayuntamiento o la Diputación?
El patronato es quien toma las decisiones. De hecho, cualquier proyecto que se lleve a cabo tiene que pasar por el patronato, y creo que es lo más idóneo. Trabajar en equipo es muy necesario, y se ha adoptado la decisión más idónea, puesto que el edificio es de la Diputación y se encuentra en una localidad. El trabajo en conjunto aporta mucho más que el individualizado. La aportación económica de ambas instituciones ayuda bastante, aunque hay que reconocer que cualquier aportación mayor impulsaría y beneficiaría al museo. Pero las necesidades del museo van mucho más allá del dinero. El Museo del Vino tiene mucho potencial para poder mejorarse y sacarle el rendimiento que puede llegar a tener, y entre todos hacer de esta provincia un lugar mejor.