El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Ciudad Real ha acordado autorizar el cambio de sexo y de nombre de una niña que, en el momento de solicitarlo, tenía solo 12 años, ordenando que a partir de ahora tenga la consideración a todos los efectos de tener género masculino, además de variar también su nombre de pila. Es uno de los primeros casos que se dan en la provincia de Ciudad Real, en un procedimiento judicial que iniciaron los padres del menor, en aras a la Ley por la igualdad real y efectiva de las personas transexuales y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI y a la Ley de Jurisdicción Voluntaria.

Según la legislación vigente, los mayores de 16 años pueden solicitar el cambio de sexo a petición propia y directamente ante el Registro Civil. En el caso de los menores de entre 14 y 16 años, esta solicitud se debe hacer con la asistencia de sus progenitores. Pero en los menores de 12 a 14 años, como es el caso, el procedimiento requiere una resolución judicial favorable.

Según el auto judicial, al que ha tenido acceso La Tribuna, la menor, durante su exploración psicológica, mostró una "madurez suficiente y estabilidad en su voluntad, con manifestaciones claras, considerándose un chico a todos los efectos", tomando una decisión que apoyaban con sus testimonios tanto sus padres como algunos familiares, como un tío e incluso un abuelo, quienes explicaron ante la jueza que la menor se ha considerado como un niño desde que tenía tres años. Una comparecencia de la que emanó la postura favorable del Ministerio Fiscal.

Además, se da un gran valor probatorio a un informe del Hospital General Universitario de Ciudad Real que la diagnosticaba con "incongruencia de género, disforia de género" cuando tenía nueve años. La menor, que está siguiendo un tratamiento de hormonas de bloqueo en el Hospital de La Paz de Madrid desde junio de 2024, expresaba ante el tribunal su deseo de poder convertirse en un niño a todos los efectos, y especialmente para que en su centro escolar los profesores dejaran de referirse a él como una niña, obligándola a dar explicaciones de su autopercepción sexual.

El abogado de la familia, Rodrigo García, trasladaba a este periódico la gran satisfacción tanto de la menor como de sus padres, tras una resolución judicial rotunda que permite que se haga realidad un deseo que esta menor lleva persiguiendo durante desde pequeña.