El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, acaba de inaugurar el Centro de Atención a Víctimas de Agresiones Sexuales de Albacete, el primero que se pone en marcha de los cinco que hay previstos en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. La inversión en la adecuación de las dos plantas donde se ubica este centro de atención integral y urgente para mujeres víctimas de agresiones sexuales ha rondado el medio millón de euros.

Iniciamente, la apertura de este recurso que se iniciará la semana que viene comenzará con la prestación de la atención psicológica a todas las víctimas que lo precisen, y a medida que se abran otros recursos similares en la región, se incorporarán los profesionales de las distintas áreas (jurídica y social), en coordinación con los centros de la mujer, con recursos de acogida, en base a los nuevos protocolos de derivación de las víctimas que se pondrán en marcha.

García-Page, que mostró su gratitud a todos los trabajadores de un Servicio como es el de la atención de las víctimas de agresiones sexuales, al tiempo que puso de manifiesto que "sólo denuncian el ocho por ciento de las víctimas". El presidente de Castilla-La Mancha, que estuvo acompañado por la consejera de Igualdad, Sara Simón, mostró su preocupación por el hecho de que esté creciendo la violencia entre la gente joven.

De todos los centros de estas características que se comprometieron en el territorio nacional a través del Pacto de Estado suscrito, que ahora debe ser renovado y pidió que se comprometan más fondos, el de Albacete es el segundo de todo el país, después del de Cantabria.

Por su parte, el alcalde de Albacete, Manuel Serrano, acompañó en este acto al presidente regional, Emiliano García-Page, entre otras autoridades, destacando que "hoy es un día importante para la sociedad de Albacete para seguir avanzando en igualdad y en el reto de eliminar la lacra de las violencias machistas".

El presidente de la Diputación provincial, Santiago Cabañero subrayó la importancia de este centro como respuesta a un problema profundamente arraigado pero muy invisibilizado señalando que, con sólo un 8% de las agresiones sexuales fuera de la pareja siendo denunciadas, este recurso viene a ser, además de un 'refugio', el símbolo visible de una sociedad que se enfrenta abiertamente al dolor de las víctimas y las acompaña.