Los sindicatos CCOO y UGT han pedido desde la plaza Mayor de Ciudad Real que 40 años después se acuerde la reducción de la jornada laboral de 40 horas a 37,5 horas. Lo pidieron por los cambios sociales y tecnológicos que están ocurriendo y recordando que cuando se pasó de la jornada de 44 horas a la de 40 y de 23 a 30 días de vacaciones se escucharon las mismas voces críticas que alertaban sobre la pérdida económica que iba a ocurrir, sin que nada de aquello se produjera. La protesta en Ciudad Real contó con el secretario regional de CCOO, Paco de la Rosa , y la secretaria Confederal de UGT, Patricia Ruiz, en una reivindicación que ayer se llevó a todas las capitales de España, para reclamar a la patronal que negocie esa reducción, ante la proximidad de una nueva mesa de negociación el 11 de octubre.
"Tenemos una patronal que está absolutamente encastillada, ni avanza en la mesa de negociación del diálogo social a nivel nacional ni tampoco lo hace en las mesas de negociación en los convenios colectivos aquí", dijo De la Rosa, quien denunció que se sigue viendo el sistema productivo como "en el siglo XIX". "Somos de los países más avanzados de la Unión Europea que tiene la jornada laboral media más alta de toda Europa", a pesar de que hay experiencias, incluso dentro de España, que demuestran que una reducción de jornada no tiene por qué afectar a la productividad laboral, señalando el caso del País Vasco, donde la media es de 36 horas y media.
Además, el secretario de CCOO señaló a la clase política, a la oposición, que "guarda silencio", y al Gobierno al que considera que le falta "arrojo" para legislar en esta materia y lograr "una jornada laboral que sea compatible con la vida personal". "La jornada actual es una jornada absolutamente insoportable para poder mantener una relación normalizada", dijo el dirigente de CCOO.
CCOO y UGT reclaman las 37,5 horas por los cambios sociales - Foto: Tomás Fernández de MoyaEn su opinión, detrás de los intentos de evitar el acuerdo se encuentra que "en Castilla-La Mancha todas las semanas se trabajan la friolera de 507.000 horas extras, de las cuales solo se paga una de cada tres". "Más de 14.000 personas se podían contratar todas las semanas solo con las horas extraordinarias que se realizan y que no se pagan", advirtió el dirigente. Por este motivo, "esta movilización es la primera de muchas si ni el gobierno mueve ficha y si la patronal sigue encastillada".
"Nada ocurrió, ni llegó el apocalipsis, ni se cumplieron ninguna de las razones" que esgrimió la patronal en 1983 para evitar la reducción de jornada, apuntó Ruiz. "Son las mismas que tiene ahora o que tiene en algunos de los países donde actualmente también se está planteando la reducción de la jornada en países como Polonia, Dinamarca o Alemania", señaló la sindicalista. "Estamos esperando la reducción de la jornada desde hace décadas y estamos en el momento justo político, económico y social", indicó la responsable de la gestora regional de UGT, recordando que hay "cambios en la productividad, con la digitalización, los cambios de la energía o los sistemas de inteligencia artificial que van a producir la posibilidad de reducir la jornada laboral".