Mancha Occidental ha entrado en el peor escenario. Ha pasado de estar en situación de alerta, en la que llevaba desde febrero, al de emergencia por escasez, la escala más grave de la graducación que establece la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) y que determina esta nueva categoría en el informe que publica mensualmente el organismo de la cuenca, que en este caso se corresponde con el de fecha 1 de noviembre.
La Confederación Hidrógrafica del Guadiana contempla las medidas a adoptar en cada uno de los escenarios. Para la situación de emergencia señala la puesta en marcha de los pozos de sequía para el suministro de recursos al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, con un volumen máximo anual de extracción de 10 hectómetros cúbicos al año, en el caso de que sea necesario; el suminstro de recursos a Las Tablas desde el trasvase Tajo-Segura también en el caso necesario o la propuesta de ajuste de las extracciones de aguas subterráneas en masas en riegos a través de los programas de actuación.
Esta nueva propuesta en cuanto a los recursos que se extraen del acuífero de alguna manera ya se viene anticipando por el organismo de la cuenca. A mediados de octubre, el presidente de la CHG, Samuel Moraleda, detalló que la falta de precipitaciones y las extracciones de agua para garantizar los cultivos en el Alto Guadiana habían situado las cifras de vaciado del acuífero 23 en unos 200 hectómetros cúbicos, por lo que avanzaba que esa situación les llevaría a establecer «limitaciones» en el régimen de extracciones en las masas.
En concreto, el acuífero 23 se divide ahora en tres masas de agua: Mancha Occidental I, Mancha Occidental II y Rus-Valdelobos, cuya situación hídrica compromete el mandato del Plan Hidrológico Nacional, que establece «claramente y con rotundidad» que se deben tomar medidas para alcanzar el buen estado cuantitativo y cualitativo de estas masas de agua subterráneas, agragaba entonces Moraleda. De hecho, entre las medidas generales que contempla el informe de seguimiento de sequía y escasez de la CHG se incluyen actuaciones como la recomendación a las entidades locales de reducir las dotaciones de abastecimiento e industria es un 15%; la puesta en marcha de acptación de recursos auxiliares como pozos de sequía, el control de las extracciones de las captaciones adicionales o la intensificación del control de las masas de agua superficial, subterránea y humedales.
Sin embargo, los regantes no quieren ni oir hablar de recortes en las extracciones de riego. El presidente de la masa Mancha Occidental II, José Joaquín Gómez, afirmó ayer a este diario: «Apostamos por mantener las dotaciones de riego, vamos a intentarlo a toda costa» y apuntó a la reunión de la Junta de Explotación a la que asistirán el próximo 20 de noviembre, donde se pondrán ‘las cartas encima de la mesa’ en cuanto a las demandas de unos y las peticiones de otro.
Así sucederá también con la Masa Mancha Occidental I, cuyo presidente, Ángel Bellón, se mantuvo firme en solicitar «que se prorrogue el plan de extracción de 2019 a 2020. «No entenderemos ninguna reducción de dotaciones para los usuarios», dijo. En este caso, su Junta de Explotación se celebrará el día 21, aunque hoy tienen una toma de contacto con el presidente de la CHG y el comisario de Aguas. La última palabra en cualquier caso la tiene la Junta de Gobierno, que se podría celebrar en diciembre y en la que los regantes tampoco tienen mayoría.
Por lo que respecta a la escasez, ha entrado en situación de emergencia la Unidad Técnica de Explotación (UTE) 01- Mancha Occidental, con lo que son cuatro las UTEs en escenario de emergencia, y ha salido de alerta la UTE 08 - Tirteafuera, quedando tres UTE en escenario de alerta, ocho en escenario de prealerta y cinco en normalidad», detalla el mencionado informe de la CHG. También está en emergencia Gasset-Torre de Abraham, el Vicario y Piedra Agua.