Jordi Évole llegó a Francisco Ruiz a través de su libro, Doce Balas en el Alma . Se trata de un texto que escribió el valdepeñero cuando le diagnosticaron su enfermedad y supo que «no tenía cura, ni había medicación», por lo que entró en una crisis de la que salió gracias a la escritura. Évole le llamó, cerraron su aparición en el documental y quedaron para hablar del atentado. En un momento de la entrevista, Évole le dijo si quería ver unas imágenes que estaban relacionadas con lo que le ocurrió en 1976. En una pantalla apareció Josu Ternera, reconociendo que él fue una de las personas que en aquella mañana empuñó un arma. 

«Me quedé de piedra, no sabía lo que decir», porque «fue un momento que yo no esperaba y en parte, pues, sentí odio también». «Odias a esa persona y no la puedes perdonar jamás en la vida», señaló Ruiz, quien pensaba que en su atentado habían participado seis personas, como dijo la prensa, tenía los nombres de algunos de ellos, y es ahora, 47 años después, cuando descubre que uno fue Ternera, exdirigente de ETA y pendiente de juicio por graves crímenes como el del cuartel de Zaragoza. 

Tras el documental, Ruiz fue una de las primeras personas en ver el documental. Había preocupación entre las víctimas de ETA porque se decía que había blanqueamiento del terrorismo por dar voz a Ternera. Así que tras hablarlo con la asociación en la que está, Abarca, Ruiz pidió a Évole ver la película e, incluso, invitó a víctimas del terrorismo a que lo vieran, algo que denegaron. El periodista se desplazó a su casa de Valdepeñas y allí junto con su familia y un abogado vieron la película. 

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Por este motivo, Ruiz ha sido una de las personas que más ha visto el documental hasta ahora. «Yo no vi allí blanqueo de nada, yo vi que se atacaba a Ternera porque es un asesino y había cometido cantidad de asesinos». De hecho, señala que se le acorrala en algunos momentos y Ternera responde evasivas. «Este hombre es un psicópata porque no daba respuestas a nada».