El jugador de balonmano ciudadrealeño Miguel Sánchez-Migallón ha vuelto a hacer historia con la selección española de balonmano, conocida como los 'Hispanos', tras conseguir la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de París 2024. Con esta victoria, Sánchez-Migallón suma su segunda presea olímpica, tras el bronce logrado en Tokio 2020. En un deporte tan exigente como el balonmano, el jugador no oculta su satisfacción y orgullo por el esfuerzo colectivo de los 'Hispanos' y los logros alcanzados que los sitúan, junto a Alemania y Francia, como las selecciones con cinco medallas olímpicas.
"Es una medalla olímpica que sienta increíble, sobre todo por el esfuerzo que ha costado conseguirla", afirma Sánchez-Migallón. Asimislo, el ciudadrealeño asegura que "cualquiera que nos haya seguido durante toda esta trayectoria sabe el esfuerzo que hemos tenido que poner en cada partido, que no ha sido nada fácil. Y la verdad que cuando se consigue una medalla después de retos como éste, pues se aprecia mucho más", añade.
El camino hacia el podio no ha sido sencillo para los 'Hispanos', que se han enfrentado a rivales de alto nivel en cada etapa del torneo, como la subcampeona olímpica, Alemania, en dos ocasiones, o las revelaciones del torneo, como han sido Egipto y Eslovenia. Sánchez-Migallón, especialista defensivo, destaca el papel crucial que ha jugado la defensa española en este éxito: "La defensa ha funcionado y ha sido más regular que el ataque". En su papel en el centro de la defensa, el ciudadrealeño valora mucho que "la defensa haya tenido regularidad y haya aguantado mucho los partidos, ha sido el sostén, aunque las bolas no entrasen en un ataque normal". Sánchez-Migallón cree que eso da "seguridad al equipo".
Sánchez-Migallón: - Foto: EFE/EPA/ALEX PLAVEVSKIA pesar del éxito, el jugador no oculta cierta frustración por no haber alcanzado la final olímpica, un sueño que se escapó en una semifinal que Sánchez-Migallón cree que podrían haber ganado: "Podríamos haber estado en la final, o esa sensación tengo". Afirma que la derrota llega "por desaciertos por nuestra parte, que hizo que no lo consiguiéramos". El ciudadrealeño cree que esa oportunidad que tenían era "probablemente única en la vida y que igual nunca se vuelve a presentar, de poder estar en una final olímpica, y eso te deja cierto sabor amargo".
El futuro de la selección también está en la mente de Sánchez-Migallón, quien ve con optimismo la llegada de nuevos talentos y la continuidad de la identidad del equipo: "Para el futuro creo que esta selección tiene que seguir creciendo". Respecto a las nuevas generaciones, asegura que "llegarán otros jugadores, vendrán gente más joven, se retirarán otros, pero lo importante, y se está haciendo, es mantener ese 'espíritu hispano', esa garra, esa lucha, esa entrega de que el que sabe que viene aquí tiene que darlo todo y que esto es una piña y que vamos todos a muerte siempre".
En cuanto al estilo de juego, Sánchez-Migallón opina que, aunque el equipo puede adaptarse con la llegada de nuevos jugadores, no ve un cambio radical en el horizonte: "No creo que empiece un nuevo estilo dentro del 'Sello España'. Llegan diferentes jugadores y el equipo va cambiándose según van cambiando los jugadores, pero tampoco es que creo que cambie radicalmente el estilo de juego" afirma.
Sánchez-Migallón: "Ha costado mucho esfuerzo conseguirla"Finalmente, el jugador expresa su agradecimiento por el apoyo recibido desde su tierra natal, Ciudad Real: "Muy agradecido y emocionado por la recepción en mi tierra, en mi ciudad, a la que siempre llevo por bandera".
Con esta nueva medalla, Miguel Sánchez-Migallón se consolida como uno de los referentes del balonmano español, un deportista que por su forma de desenvolverse en pista encarna el espíritu de lucha y superación que caracteriza a los 'Hispanos'.