El Balonmano Caserío recibe este sábado en el Quijote Arena (19 horas. Arbitraje de López González y Hernández Lara) al Antequera, equipo que aún no sabe lo que es ganar esta campaña.
Tras cuatro jornadas disputadas, el Caserío ha ganado sus dos encuentros como local y ha perdido sus dos como visitante por la mínima y ante rivales teóricamente llamados a estar en la zona alta como Puerto Sagunto y Málaga. Por su parte, el Antequera no ha sumado a domicilio y el único punto que ostenta en su casillero fue el empate obtenido en su pista frente al Amenabar en la primera jornada. A partir de ahí ha perdido frente a Málaga, Cisne y Novás.
En pleno proceso de construcción del equipo, el Caserío quiere seguir sumando puntos que le permitan estar en esa zona media-alta y, en este sentido, los partidos de casa se antojan fundamentales, pues el calendario ha querido que en esta primera vuelta tenga que visitar las canchas de muchos de los conjuntos teóricamente favoritos.
Para este choque volverán a ser baja los lesionados de larga duración Víctor Morales y Toni Alegre, recientemente operados y que, a priori, no volverán a jugar hasta después del parón navideño.
Carlos Ocaña, ya con el alta médica, tiene la ficha tramitada y ya será decisión del técnico si reaparece.
"Va a ser un partido igual de duro que los cuatro anteriores", avisa el técnico del Caserío, Santi Urdiales, que asegura que los resultados obtenidos por el Antequera no pueden llevarlos a un exceso de confianza y que se debe a que están en proceso de construcción. "En Málaga nosotros dimos un paso adelante y ahora hay que ganar en casa como sea. Es cierto que en los dos partidos anteriores como locales no logramos romper el choque tras disfrutar de ventajas importantes y eso es también lo que hay que aprender", continuó, deseando que su equipo vuelva a ofrecer el nivel de consistencia mostrado la pasada semana.