El arte por el arte de Ortega

Rafael Zaldívar
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Borja Jiménez, rotundo, cortó cuatro excesivas orejas y salió a hombros. Destellos de Luque con el peor lote de Loreto Charro. Casi lleno en la primera de feria de Almodóvar

Juan Ortega, en plena faena. - Foto: Arenas de San Nicasio Ayto. Almodóvar

De Juan Ortega, se entiende. Aunque según lo vivido ayer, hubo muchas concomitancias con el filósofo, autor de 'La deshumanización del arte'. Lo que vimos fue irreal a fuer de ser real. Sonaban las ocho de la tarde en la iglesia aledaña del Carmen, cuando Juan Ortega: una, dos, tres, cuatro…iba desgranando a golpe de campana, una faena casi irreal. El público de Almodóvar, asimilaba muy despacio, saboreando, lo que allí estaba ocurriendo. Ortega expresaba en plan esteta una obra basada en los ayudados por alto, los naturales muy naturales cerrados con el de pecho; cambios de mano, molinete abelmontado…cinco, seis, siete, ocho golpes de campana al fondo. Todo muy lento, en una labor compacta, agavillada, que terminó con una serie comenzada con la rodilla en tierra, ligada con el toreo en redondo. Los naturales finales, en íntima comunión consigo mismo. Su arte produjo una ensoñación en el espectador de ese 'cofre' que es el coso de las 'eras de Marta'. No importaron los dos pinchazos y la media para saborear la belleza de una composición independiente entre sí. Cortó la oreja. ¿Fue real o imaginario? Ovación al 'engatillado' de Loreto Charro, que fue el que más tiempo estuvo en el caballo. En el segundo de la tarde, un castaño, ofensivo por delante, buenos lances de recibo ganando terreno, con algún enganchón. 'puyacito' de rigor y quite por chicuelinas muy templadas. Improvisó con un molinete abelmontado seguido de muletazos por bajo, con suavidad y temple. Redondos en la primera tanda, otra en tono menor y una tercera con la zurda que elevaron el diapasón. Otra más, adornándose en el final y un inoportuno desarme. La emoción aumentó cuando se pasó muy cerca los pitones. Tenía las orejas y llegó el mitin con la espada; en su descargo diremos que siempre pinchó arriba. Sonaron los dos avisos. Aplaudido el buen toro, noble y con recorrido.

El triunfador numérico fue el sustituto de Morante, Borja Jiménez, que anda pletórico y con poderío delante de la cara de los toros; conecta pronto con el público, como demostró en ambos enemigos. En el anovillado tercero, un 'picotazo' y un par de lances dieron paso al segundo tercio. Comienzos de faena sentado en el estribo, todo basado en la mano diestra, con mucha 'garra', alargando el muletazo en los naturales. Muy dispuesto y firme en los remates finales. Se le fue la mano al matar; media en los 'sótanos', como se decía antes. Dos orejas excesivas. En el sexto, después del 'suceso' de Ortega, lanceó animoso al negro girón, pases por alto, redondos, muy firme, a un astado que va perdiendo fuelle. Jiménez en plan tesonero, lo toreó sobre ambas manos siendo muy aplaudido. No se deja ganar la partida por nadie y como estuvo certero con los aceros, -mató de casi entera tendida-le fueron a parar las dos orejas, también excesivas. Salió en hombros. En la feria de otoño se juega mucho, que tenga suerte.

Daniel Luque, que toreaba en casa, como se suele decir, con el castaño listón que abría plaza, destacó con el percal por la media y el recorte de recibo. Animal terciado y astifino, al que dio un 'picotazo' el reserva. Series con mimo a un burel que perdió las manos a las primeras de cambio; lo fue haciendo sin apretarle, hasta que al final, le sacó una serie muy templada al natural. Daba la sensación de que tenía poco enemigo. Lo mejor, la estocada arriba. Oreja.

En el cuarto, lanceó mostrando la debilidad de su enemigo. Otro 'puyacito'. Iván García espectacular en banderillas en una tarde poco agraciada en el segundo tercio. El astado se fue a tablas y allí le instrumentó la faena enjaretando naturales ligados con el de pecho. Muy sobrado, lo intentó por el derecho y se le paró. Mala suerte con el lote. Dos pinchazos y estocada. Saludos desde el tercio.

La corrida de Loreto Charro, que repetía tras el buen juego del año pasado, dio buen juego en el último tercio, considerando que en el caballo apenas recibieron castigo. Habrá que distinguir ya entre 'picotacito', 'picotazo' y vara. ¡Una pena! La suerte de varas apenas inexistente.

Menos mal que en quinto, nos resarcimos. Y con los amigos de la peña …Y tú, ¡¡Qué dices!! Más. La peor tarde, como esta.


 


 


 


 

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