Jon Erice, entrenador del Manchego, hizo una doble lectura del empate de su equipo frente al Vélez (1-1). "Cuando tienes el partido perdido y lo empatas te llevas un punto que te sabe bien, pero analizando el partido, regalamos su gol de manera infantil. Como nos pasa muchos días, nos marcaron sin generarnos apenas nada. Lo más importante para mí es que el equipo creyó y cuando se vio contra las cuerdas sacó muchas cosas, y no solamente orgullo o casta. Sacó fútbol, no se vino nadie abajo ni nadie se escondió. Hay que mejorar cosas, pero esto es lo que hay. Yo vine con un estilo y no lo voy a cambiar porque no creo en hacer cosas que no sientes, sería muy torpe por mi parte intentar hacer cosas en las que no creo y menos cuando la situación es complicada. Los chicos creen en eso y lo demostraron siguiendo hasta el final. Hacen muchas cosas bien".

Sobre las importantes ausencias en el centro del campo, el navarro admitió que "nos restaron variedad, pero los que jugaron lo hicieron muy bien. Álex Jiménez, que es un central, tuvo que jugar de pivote, y es un lujo como persona y como jugador. Calin no era titular y mientras le duró el fuelle estuvo bien. Carlos y Ale se adaptaron a posiciones que no son habituales para ellos y por eso estoy muy orgulloso de mis jugadores. Los veo cada vez cómo trabajan, cómo entrenan y las bajas vienen de golpes porque esta gente quiere jugar. No les puedo recriminar absolutamente nada".

En el aspecto anímico Erice cree que sí suma ese punto logrado por la manera de conseguirlo, ya que la liga "es larga y cada día es un mundo y cada partido es distinto. Teniendo una buena dinámica de trabajo los resultados van a llegar".

De cara al encuentro de Copa del Rey de este miércoles frente al Antequera, el entrenador del Manchego considera que no hay que cambiar el chip, pero sí "tener claro que es el equipo con más posesión de Primera RFEF, muy dinámico, con gente muy joven y muy buena y que domina todos los partidos. Lleva menos puntos de los que merece".