El Ayuntamiento de Brazatortas vuelve a confiar al equipo de arqueólogos que ha venido trabajando en el yacimiento Cruz de Mayo, la nueva campaña de excavaciones que se va a iniciar de manera inminente tras el reglamentario proceso de licitación llevado a cabo. Los trabajos, estarán bajo la codirección de los arqueólogos David Oliver Fernández, Paula Chirosa Cañavate y Alfonso Monsalve, permitirán contratar a tres desempleados de la localidad y se sumarán nueve universitarios desde diversas universidades españolas, indicó el Consistorio en un comunicado de prensa.
Pablo Toledano avanza que para esta quinta edición ya de prospecciones, en un enclave "que nos está dando no pocas alegrías acerca de la importancia estratégica que en el pasado tuvo nuestro municipio", se van a destinar casi 100.000 euros de fondos propios. El alcalde torteño reitera respecto de esta inversión, carente de apoyos económicos por parte de otras Administraciones públicas, que "para el municipio de Brazatortas supone apostar como proyección a futuro de un recurso económico como será el turismo basado en la prehistoria, la historia y la arqueología tan presente y atractivo en nuestra comarca".
No obstante, Toledano señala que se están buscando ayudas de financiación adicionales para apoyar y expandir el proyecto, agradeciendo ya a la UNED que se haya "implicado colaborando en la investigación".
Arranca la nueva campaña en el yacimiento Cruz de Mayo Es por ello que Isabel Angulo Bujanda, diplomada en Conservación y Restauración de Bienes Culturales en la especialidad de Arqueología, se encargará de consolidar las estructuras halladas en las excavaciones, asegurando su preservación y estabilidad.
También se fortalecerá la dimensión académica y científica de estas prospecciones en el yacimiento Cruz de Mayo de la mano de Mar Zarzalejos Prieto, catedrática de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Conforme a la planificación de trabajos comunicadas al Consistorio torteño, el enfoque principal de las excavaciones se centrará este año en dos áreas clave como son la exploración de las estructuras de la ladera norte del yacimiento y la documentación de los espacios interiores de la fortificación romana.
Arranca la nueva campaña en el yacimiento Cruz de Mayo Así, se investigará si las estructuras defensivas del fuerte romano se extienden a la ladera septentrional, lo que podría proporcionar una visión más completa de las estrategias defensivas empleadas durante la época romana.
Y, además, se pretende concluir la excavación y documentación de los espacios interiores de la fortificación, para obtener de esta manera un conocimiento más detallado de la vida y organización dentro de la misma.
Se espera que los hallazgos resultantes de esta nueva campaña de excavaciones y trabajos de laboratorio, que se prolongarán durante diez meses, proporcionen nuevas perspectivas sobre la historia de la región y contribuyan a su valorización cultural.
Y es que, como así viene organizándose en los últimos años, se celebrarán además varias actividades divulgativas para las personas interesadas, como visitas guiadas a los trabajos de campo todos los viernes de 10 a 13 horas, del 6 de septiembre al 15 de noviembre.
También las habrá enfocadas a un público eminentemente infantil en colaboración con colegios públicos que podrán solicitarlas llamando a la sede consistorial y, por otro lado, se conciben charlas informativas abiertas a toda la ciudadanía, en fechas por determinar.
No en vano, como el mismo alcalde subraya, "estas excavaciones no solo enriquecen nuestro conocimiento histórico, sino que también fortalecen el sentido de identidad de nuestro municipio, remontándonos a unos orígenes que ahora estamos esclareciendo".
El yacimiento arqueológico de Cruz de Mayo se localiza a apenas un kilómetro al sureste del casco urbano de Brazatortas, en dirección al cercano complejo turístico del Pantano de Carboneras.
Se asienta sobre un pequeño promontorio desde el que es posible controlar el valle del río Ojailén, un paso natural que ha sido empleado por el ser humano durante miles de años para penetrar en el Valle de Alcudia.
Este lugar, según las intervenciones arqueológicas realizadas hasta la fecha, presenta fases de ocupación relativas a la Edad del Bronce, Edad del Hierro y República de Roma, siendo esta última la más representativa y singular al concebirse como bastión defensivo.