El equipo femenino del Caserío acabó muy descontento tras su encuentro del sábado en Villaverde. Y no solamente por la derrota (28-27) en un partido muy importante por la permanencia, sino por la forma como se produjo.

Se medían dos rivales directos en esa lucha por la salvación y, dado que el Caserío ganó en la primera vuelta por la mínima por 22-21, al menos salvó el 'gol average' particular, que favorece a las manchegas al haber logrado más goles fuera.

Ese puede ser el punto más positivo de un encuentro que estuvo marcado por varias decisiones de los colegiados y de la mesa que condicionaron el rendimiento de las ciudadrealeñas.

El técnico del Caserío, Sergio Hernández, quiere dejar claro ante todo que «no hicimos un buen partido, sobre todo en defensa, donde su pivote nos hizo mucho daño».

A partir de ahí, lamenta que el criterio arbitral no fuese el mismo  y califica como «excesiva» la cartulina azul recibida por Silvia Maeso tras revolverse después de recibir un golpe de una rival. Un castigo que, a buen seguro, acarreará sanción para el encuentro de este domingo frente al Montequinto.

Además de estas decisiones de los colegiados, una tremenda indignación causó el hecho de que no subiera un gol de las ciudadrealeñas al electrónico, aunque luego en el acta, previa comprobación de los colegiados, sí se sumase. 

«Metimos un gol, vi que no subía al marcador y, de hecho, solicité un tiempo muerto a propósito para reclamar que ese gol no se había contabilizado y no me hicieron caso. Al final del encuentro, cuando lo comprobaron, ya corrigieron el resultado», relata Sergio Hernández. 

Dado que el resultado del acta es el correcto, no cree que presenten ningún recurso y ahora todos sus esfuerzos están centrados en que el equipo recupere la línea mostrada en anteriores partidos.

Además, Hernández también valoró la recuperación de Patricia Cano tras su larga lesión y la aportación ofensiva de Paula Alonso.