Inviernos cada vez más cálidos. Esa es la conclusión a la que llega el Climate Central, un grupo independiente de científicos que ha anotado el «aumento significativo» de los días de invierno con temperaturas mínimas por encima del punto de congelación, los llamados días de invierno perdidos y que en la provincia llegan hasta los siete. O lo que es lo mismo, Ciudad Real ha perdido una semana de días de heladas.
Climate Central apunta a una realidad que se traslada a todo el hemisferio norte y la causa: el cambio climático, «debido principalmente a la quema de petróleo, carbón y gas metano». El análisis de las temperaturas mínimas diarias durante el invierno (diciembre, enero, febrero) en 123 países, apunta este grupo, muestra que más de un tercio experimentaron al menos una semana adicional de días por encima del punto de congelación anualmente durante la última década (2014-2023) debido al calentamiento causado por el hombre. En promedio, el cambio climático añadió más días de invierno por encima del punto de congelación en los países europeos en comparación con las naciones de otras regiones, afectando desde al número de nevadas, a los deportes de invierno, el suministro de agua, las alergias primaverales o los cultivos. En España, más de la mitad de las provincias perdieron, al menos, una semana de invierno. El récord de días perdidos lo tiene León, donde ha desaparecido medio mes de invierno, mientras que en las Islas Canarias, Baleares, Ceuta y en Melilla el invierno se mantiene sin cambios.
En Ciudad Real, el último invierno dejó 18 días bajo cero, cuando lo normal suelen ser entre 23 y 28, con el récord de 63 días con el termómetro en negativo en el invierno de 1971: de tres meses de estación, dos fueron con mínimas por debajo de los cero grados centígrados. En la última década, el termómetro solo ha bajado de los cinco grados negativos cuatro veces en Ciudad Real, y no hay una temperatura de 10 grados bajo cero o más en la capital desde 1971, desde hace ya más de medio siglo.
Según Climate Central, el año pasado fue el que más jornadas de días perdidos por el cambio climático sufrió Ciudad Real desde 2014, hasta una docena.