La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ya avanza a los regantes que si la situación de los embalses no mejora, limitará al máximo la dotación de agua para regadío, concediendo solo recursos hídricos para evitar la mortandad de las plantas, de manera que no podrían realizar plantaciones de campaña. 

Así lo especifica el informe de sequía con fecha de 1 de enero, que incorpora esta advertencia a diferencia de los informes anteriores de seguimiento. «Si la situación no mejora, en la próxima campaña no será posible atender más que riegos de apoyo a cultivos permanentes en las zonas regables de Gasset y Torre de Abraham, y es probable que, en la zona regable del Vicario, tampoco este año se puedan atender riegos de auxilio por estar el embalse por debajo del mínimo de explotación». 

«Si no llueve, claro que no vamos a tener», confirmó a este diario la presidenta de la Comunidad de Regantes de Torre de Abraham, María del Mar Rodríguez, quien avanza que «si no llueve es la ruina», en referencia a la relevancia económica que tienen los cultivos de temporada en esta zona de la provincia, tanto para quienes viven de forma directa de la agricultura como de forma indirecta.  

Además, comentó que encadenan ya cuatro años sin tener una campaña normal de riego. En 2020 le concedieron ocho hectómetros cúbicos de los 33 que tienen de concesión; 13 en 2021; tan sólo 190.000 metros cúbicos en 2022 para evitar la mortandad de los leñosos como olivar o viña, y 17 hectómetros en 2023, en la que ha sido la campaña más cercana a una normal, aunque con la mitad de los recursos hídricos disponibles.

Por eso, de no llover en lo que queda de invierno ni de primavera, se asestaría un nuevo «golpe» al sector. «El regadío es el motor de esta zona». De este modo, están a la espera de que este viernes la Confederación Hidrográfica del Guadiana les informe de la situación en la Junta de Explotación que se celebrará. 

Y la situación que ven en el campo, prosiguió, es la de ríos que corren por la zona, como el Bullaque y el Milagros, pero sin aportes a la presa. Celebró, eso sí, que al menos se haya cerrado el grifo de la presa y ya «solo sale muy poca agua» para el caudal ecológico del Bullaque, ya que en diciembre la comunidad de regantes denunció que la presa estaba desembalsando. 

«Dotación vamos a tener, más o menos, pero la habrá», afirmó por su parte el presidente de la Comunidad de Regantes del Gasset, Cesáreo Salcedo, quien indicó que, como mínimo, habrá para garantizar la supervivencia de cultivos permanentes. En este sentido, comentó que «se da por hecho» que si no hay agua en el embalse, se reducirá la asignación para regadío de acuerdo a lo establecido en el plan de sequía.  

el vicario. La situación más complicada, sin embargo, se podría volver a producir en el Vicario, que cuenta solo con 0,8 hectómetros cúbicos, y para el que ya se advierte que podría no tener ni riegos de auxilio. 

Ante ello, el presidente de esta comunidad de regantes, Narciso Ruiz, indicó que remitirán una carta a la CHG para solicitar que «en cuanto entre agua al Bañuelos, dejen entrar al Vicario para dar un riego de auxilio», del mismo modo, solicitarán poner en marcha unos pozos de emergencia en la zona y además aumentar el perímetro disponible para el riego en las fincas aunque sin aumentar la dotación asignada. 

«Llevamos tres años sin poder dar agua a los cultivos y en los dos anteriores han sido riegos de emergencia», dijo Ruiz ante un escenario que «se podría llevar por delante» muchos cultivos de la zona.