El Parque Nacional de Cabañeros, que este año conmemora su vigésimo aniversario, ha registrado un total de 49.415 visitas durante el primer semestre de 2015, 4.000 más que en el mismo periodo del año anterior, según informaron a La Tribuna fuentes del equipo técnico de este espacio protegido que se expande por 40.856 hectáreas en las provincias de Ciudad Real y Toledo.
Desde su declaración oficial como parque nacional, el 20 de noviembre de 1995, Cabañeros ha recibido 1,3 millones de personas. El pasado año fueron 88.196 turistas los que acudieron a los centros de visitantes, museos etnográficos y puntos de información e hicieron visitas guiadas a pie o en vehículo 4x4. Una cifra que, si se mantiene la tendencia del primer semestre, se superará cuando finalice 2015, ya que la proyección es de alrededor de 100.000 visitantes. Hay que recordar que uno de los puntos fuertes del parque desde el punto de vista turístico se vive cada año con la berrea, desde mediados de septiembre hasta mediados de octubre.
Cabañeros dispone de una central de reservas que ha sido actualizada recientemente, adoptando «un formato más visual y amigable para el usuario». Allí se puede obtener una información detallada de las rutas que se pueden realizar por el interior del parque nacional, ya sea por libre o con un guía intérprete. Entre todas ellas, las que reciben un mayor número de visitantes son las del Boquerón del Estena y la del Chorro, la Chorrera Chica y el Rocigalgo de Los Navalucillos.
Un total de 7.050 personas realizaron la Ruta del Boquerón del Estena entre enero y junio de 2015, un 11% más que en el mismo periodo del año anterior (en 2014 se contabilizaron 11.308 visitas). La ruta transcurre por los márgenes del río Estena, cauce fluvial que se encuentra en un magnífico estado de conservación. El visitante puede disfrutar, además de un paisaje de mucha belleza, de la vegetación típica mediterránea (con encinas, alcornoques, quejigos y jaras), de vegetación asociada a las riberas de los ríos (fresnos y sauces), de árboles de carácter norteño como el tejo o el abedul, de curiosas formas geológicas originadas por la erosión y de huellas de las épocas en las que esta zona estaba cubierta por el mar, hace más de 400 millones de años, como las de un gusano marino gigante. Está considerado un Lugar de Interés Geológico (Geosite).
La segunda ruta más demandada es la del Chorro de Los Navalucillos, con 8.400 visitantes registrados en lo que va de año, un 27% más que en los seis primeros meses de 2014 (el año anterior sumó un total de 10.536 visitas). Permite disfrutar de bellos paisajes, bosques típicamente mediterráneos y, al ser una de las zonas más húmedas, de especies más propias de lugares septentrionales como el tejo, el acebo o el abedul. Destacan, asimismo, las cascadas del Chorro y la Chorrera Chica y en el Rocigalgo, máxima altitud de los Montes de Toledo con 1.448 metros, unas amplias panorámicas del parque nacional. Al igual que la anterior es una ruta a pie, que puede realizarse de forma libre o con un guía.
Desde la dirección también remarcan el incremento que se ha registrado en las rutas en vehículos 4x4 por la raña y el bosque de Cabañeros (guiadas en ambos casos), con 8.712 visitas contabilizadas en 2014. De enero a junio del presente ejercicio ya se han registrado 4.334 visitantes, un 25% más que en el mismo periodo del año anterior.
La oferta turística del Parque Nacional de Cabañeros se completa con la Ruta de Gargantilla (a pie y guiada), la Ruta de la Encina y la de Plaza de los Moros (a pie y libre), la Ruta de la Sierra del Castellar de los Bueyes y la de La Colada del Navalrincón (a pie o en bici y libre) y el camino del área recreativa de la Tabla del Acebo y Las Fuentes y la senda botánico-fluvial en el área recreativa de la Torre de Abraham (a pie y libre).