La empresa Mostos Españoles SA ha visto por fin luz al final del túnel. Inmersa en un concurso de acreedores desde el 8 de enero de este mismo año, la compañía ha sido adquirida en la fase de liquidación por la cooperativa Jesús del Perdón-bodega Yuntero, de Manzanares, por 7,5 millones de euros, según ha podido conocer La Tribuna de Ciudad Real de diversas fuentes. 

A la espera de que se formalice la compra de manera oficial a través del juzgado de lo Mercantil nº1 de Ciudad Real, el pasado 25 de junio se dieron a conocer las distintas ofertas, hasta cinco, que se han admitido y que procedían de Murcia, Valencia e incluso de la propia Tomelloso. Finalmente, se eligió a la manzanareña por resultar la mejor oferta en un proceso de venta que se abrió el 3 de junio y en el que, según el auto de esa misma fecha, en principio, se «descarta la venta pública subasta» finalmente se optó por la «venta directa de la unidad productiva que bajo ningún caso podrán ser inferiores al 50% del valor de avalúo de la unidad - 9.649.678,43 euros-» con plazo hasta el 31 de julio. 

Mostos Españoles, según el informe de la administración concursal, arrastraba un pasivo de más de 50 millones de euros, casi la mitad, pasivos corrientes de más de 20 millones de créditos a entidades bancarias, principalmente Globalcaja, Banco Santander, CaixaBank y Eurocaja, entre otras. 

Bodegas Yuntero compra Mostos Españoles por 7,5 millones - Foto: Rueda VillaverdeEntre las causas que motivaron la solicitud del concurso voluntario, el administrador Inocencio Carazo apunta a la «ausencia de una más adecuada contabilidad analítica en un contexto inflacionado de precios de los aprovisionamientos», una «enorme presión de los clientes tradicionales de la sociedad que exigían un precio por el producto, que sin el adecuado control de costes impidió a los directivos conocer cómo afectaban sus acciones a los costes de otra parte de la organización» además del «desconocimiento de los costes unitarios y costes de las mercaderías vendidas por producto». Carazo añade la «constatación de activos no adecuados a la realidad». Esta venta directa, como apunta el auto de liquidación, ha permitido también que se mantenga toda la plantilla, incluida la gerencia. 

La cooperativa manzanareña se hace con una de las carteras comerciales más importantes del país del mercado del mosto y se convierte, con esta operación, en un referente aún mayor dentro del sector vitivinícola de la región.