Erasmus en el IES Modesto Navarro: "Hay que abrirles la mente"

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Una decena de alumnos franceses comparten durante una semana un nuevo intercambio Erasmus en La Solana junto a compañeros del IES Modesto Navarro y sus familias. Llegan procedentes del colegio Théodore Rancy, situado en el municipio de Chalais

Erasmus en el IES Modesto Navarro: “Hay que abrirles la mente”

Una decena de alumnos franceses comparten durante una semana un nuevo intercambio Erasmus en La Solana junto a compañeros del IES Modesto Navarro y sus familias. Llegan procedentes del colegio Théodore Rancy, situado en el municipio de Chalais, una pequeña comuna francesa ubicada en la región Nueva Aquitania, cerca de Burdeos. Acompañados por dos profesores, la delegación gala está conociendo el día a día en el instituto y en los domicilios solaneros donde han sido acogidos. Eso sí, complementado con excursiones y visitas culturales a enclaves de la zona.

Este jueves se celebró un encuentro con los medios para dar a conocer el propósito de esta nueva experiencia. El director del IES Modesto Navarro, Eladio Maleno, destacó el objetivo principal del programa: "Estos encuentros vienen muy bien a nuestros estudiantes para abrirles la mente, disfrutar, comparar y aprender con las diferentes culturas y formas de vivir, además de ver cómo son los sistemas escolares de ambos países". Elisabeth y Patrick son los docentes que acompañan a los chicos. "Estamos súper contentos y agradecidos por cómo es la gente y el trato con las familias", decía Elisabeth, que también destacó la sorpresa que les supuso conocer el patrimonio arquitectónico de La Solana, en especial su Plaza Mayor.

Está siendo una semana ajetreada. Empezaron visitando una quesería y la cooperativa Santa Catalina, para seguir con actividades más académicas relacionadas con física, química, biología y tecnología en inglés, con el fin último de sensibilidad sobre la importancia de cuidar y preservar el medio ambiente. Este viernes han visitado la ciudad de Toledo y el fin de semana lo dedicarán a compartir tiempo con las familias de acogida. El lunes tienen previsto visitar las Lagunas de Ruidera y el martes volverán a su destino, no sin antes disfrutar de un desayuno saludable.

Dos alumnos de acogida explicaron su experiencia. Al principio sentían algo de retraimiento mutuo, pero poco a poco han ido cogiendo confianza para encontrar puntos de encuentro. "No controlan tanto el inglés como nosotros y entienden poco el español", reconocía Marta Crespo, una de las participantes en el intercambio. Pero el paso de los días y el esfuerzo por tener feeling han ido resolviendo el problema. "Intentamos hacer planes con ellos para que puedan pasar los mejores días posibles", añadía su compañero Fernando López de la Osa. Ambos están deseando devolver la visita a Chalais. "Es lo que más nos emociona", decía Marta.