En 1993, un grupo de trabajadores de Juventud presentaron una idea al Ayuntamiento de Ciudad Real que consistía en crear un espacio de juegos para los niños durante los días de vacaciones de Navidad. A aquella idea se sumaron los feriantes, que vieron una oportunidad de que en los días más fríos del año hubiera una zona en la que desplegar sus atracciones y que los más pequeños disfrutaran. Aquella iniciativa era Jugarama, que este 2023 celebra 30 ediciones, en el mismo espacio, el pabellón ferial, ahora bajo el nombre de Ifedi; y con la base de talleres, gratuitos, y atracciones, a las que se han ido sumando elementos.  

«Cuando empezamos en 1993, fueron unos talleres para niños con mesas, hasta lo decoramos los técnicos de la Concejalía con espumillón», señaló Elena Notario, técnica responsable de Juventud en el Ayuntamiento. «Poco a poco, fuimos consiguiendo que esa partida se aumentase económicamente», como los espectáculos, que siguen, todos los días de Jugarama, a las 20 horas. «Hubo un momento de gran esplendor», recuerda Notario, cuando la Diputación hacía una aportación económica, además de la cesión del espacio, lo que propició que aumentara en actividades y hubiera una temática cada año. Hubo años dedicados al circo o al oeste. La crisis de hace una década cortó esa evolución y la feria siguió en el pabellón, con la base con la que nació, salvo las ediciones que por obras se trasladaron al polideportivo o repartieron sus actividades por la ciudad.  «Lo que siempre se ha mantenido ha sido el público», dijo la técnica de Juventud, como una de las claves del éxito de Jugarama. 

«Siempre venimos a una hora temprana para evitar aglomeración», explicó Blas Gómez, un miguelturreño que se acerca a la capital con su hijo desde hace años. «Está muy bien porque los precios son asequibles» para los padres, y los niños recuerdan con alegría este rato. 

30 navidades de diversión con Jugarama - Foto: Rueda VillaverdeTras 30 años de Jugarama hay personas como Carmen Lillo, quien vino de niña a la feria, luego participó como voluntaria en los talleres y ahora trabaja en la feria dentro del Plan Corresponsables, una de las áreas donde los más pequeños pueden jugar en la zona del atrio, lejos del ruido y la música alta de las atracciones. «Estar aquí trae muchos recuerdos de la infancia», indicó. «Te acuerdas de cómo ha ido evolucionando, porque la verdad es que, de hace 30 años a ahora, ha cambiado la forma de diversión, las actividades que se hacen», aunque señaló que las actividades se adaptan a los tiempos. Por ejemplo, la llegada de las consolas, que se quedaron desde que entraron al pabellón.

«Siempre he venido con mis hijos desde que son chiquititos. Son cuatro días para no estar en Ciudad Real muertos de frío, pues se viene aquí y es superagradable para ellos», indicó Ana Moreno, que acudía con sus hijos y sobrinos al pabellón. «Nosotros descansamos y ellos juegan», señalando la importancia del nuevo pabellón, por la comodidad del espacio. «Las manualidades y los juegos de mesa es lo que más me gusta», dijo Ana Ávila, su hija. 

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