Katasia Torres nació hace ahora 30 años en Canarias, pero desde hace un tiempo vive en Cuenca, donde hizo una de sus últimas fotografías que le ha llevado a ser la ganadora del VII Certamen Internacional de Fotografía PHOCO. Un concurso que el Ayuntamiento de Valdepeñas ha retomado después de 16 años, tras celebrarse por última vez en 2008. En aquella ocasión, ganó el jerezano Manuel Jesús Pineda con su obra Anonimus. Esta vez el premio, dotado con 3.000 euros, ha recaído en esta canaria con su trabajo titulado Piano de Sombras, una fotografía captada hace tiempo en la Catedral de Cuenca, donde acudió «sin pensar que iba a hacer esa imagen».
Su trabajo ha sido seleccionado entre las 385 fotografías presentadas por 149 autores de diferentes partes del mundo. Ella, la ganadora, presentó tres. Es la primera vez que se presenta a un concurso y la primera vez que gana, por lo que, en declaraciones a La Tribuna, mostró su satisfacción y alegría por haber logrado el galardón de un certamen que calificó de «alta calidad artística». «No me esperaba ganar», reconoció. Licenciada en Diseño Gráfico, tuvo palabras de agradecimiento hacia el Ayuntamiento de Valdepeñas por «impulsar la cultura», no sólo con este certamen, sino con otros muchos más en apoyo a los artistas, «algo muy necesario». Y es que, dijo, la Ciudad del Vino es un ejemplo de «que las cosas se pueden hacer bien». Valdepeñas «mueve y promociona la cultura muy bien», lo que le falta, enfatizó, a la región. Aunque de Valdepeñas destacó también, entre otras muchas cosas, su exposición permanente y el Museo de Gregorio Prieto, lo que demuestra que «Valdepeñas, en cuanto a cultura, lo hace extraordinariamente».
Recuerda que fue un amigo quien le avisó de este certamen del que le llamó la atención que en pasadas ediciones había ganado los fotógrafos Manuel Jesús Pineda y José María Mellado, este último presidente durante muchos años de la Asociación Española de Fotografía y «muy reconocido» en el sector, por lo que el alto nivel de imágenes que han ganado a lo largo de la historia del concurso le llevó a presentarse. Y ganó. Lo hizo con una de sus imágenes «más personal y de estilo conceptual». «Me gusta mucho la fotografía artística y conceptual, un estilo que me ha gustado desarrollar y con el que me siento cómoda». De ahí salió Piano de Sombras, realizada en la catedral de Cuenca. «Un lugar con una luz preciosa por las vidrieras y por el monumento en sí, cuando le da el sol. Su iluminación ofrece sombras más difusas», argumenta. Siempre procura llevar encima una cámara, y esa imagen «se me presentó». «Vi cómo la luz se proyectaba en los barrotes de una de las capillas originando su propia sombra en el suelo. Enseguida me vino a la cabeza que podía ser un piano. Fue entonces cuando pensé en poner las manos en ese piano diferente, algo más abstracto», explica. «Un tipo de fotografía conceptual cercana a la rama artística, por lo que cualquiera la puede ver cómo quiera, pero para mí es un piano», continúa.
Tras trabajar durante varios años en una imprenta y en una agencia de publicidad como diseñadora gráfica, ahora está embarcada en el proyecto de tener su propio estudio de diseño gráfico. «Siempre me ha gustado emprender», señala al tiempo que reconoce que la cuantía del premio le ayudará a hacer realidad uno de sus sueños. «El premio me servirá para tener ese colchón que se necesita para aprender y para actualizar el equipo», añade.