Una región referente como exportadora en el agroalimentario

J.M.Beldad
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Las exportaciones agroalimentarias en Castilla-La Mancha crecen un 13,2% en los últimos datos, alcanzando 2.736 millones de euros en 2024

Tabla de quesos con D.O. La Mancha - Foto: P.L.

El sector agroalimentario de Castilla-La Mancha, pilar económico de la región, registró hasta septiembre de 2024 unas exportaciones de 2.736 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 13,2% respecto al mismo período del año anterior y un 35% del total de las exportaciones regionales. Este desempeño consolida a Castilla-La Mancha como referente en productos como el vino, aceite de oliva, queso y productos cárnicos, todos altamente demandados en mercados internacionales.

Las bebidas lideran las exportaciones con un valor de 957,6 millones de euros, lo que representa el 35% del total. El vino, con 580 millones, se mantiene como el más demandado en mercados internacionales, especialmente en países de la Unión Europea y Estados Unidos, gracias a su reconocida calidad y tradición.

El aceite de oliva ocupa el segundo lugar, aportando 258 millones de euros, equivalente a cerca del 10% del total de las exportaciones agroalimentarias. Este producto, altamente valorado en mercados como Italia, Japón, Portugal y Estados Unidos, reafirma el prestigio de Castilla-La Mancha como una de las principales regiones exportadoras de aceite a nivel mundial.

El queso manchego también destaca con una contribución de 176,8 millones de euros, que representan el 6,5% del total del sector. Su reconocimiento como producto de calidad con denominación de origen le ha permitido consolidarse en mercados como Francia y Alemania. Por su parte, los productos cárnicos generaron 273,6 millones de euros, lo que supone el 10% de las exportaciones agroalimentarias, con una notable presencia en mercados emergentes como Rusia y Marruecos.
Además, el segmento de frutas y hortalizas, que aportó 218,88 millones de euros y representa el 8% del total, ha encontrado un espacio importante en el comercio internacional, especialmente en los países europeos, donde son apreciados por su frescura y calidad. El resto de productos agroalimentarios, que incluyen otros derivados agrícolas y alimentarios, sumaron 191,52 millones de euros, representando el 7% de las exportaciones totales del sector.

Ciudad Real es un ejemplo destacado, con empresas como Félix Solís Avantis, que lidera la exportación de vinos, y Frimancha, especializada en productos cárnicos. Por su parte, Toledo y Albacete son claves en la exportación de quesos y aceite de oliva, mientras que Cuenca sobresale por sus productos cárnicos de calidad, encabezados por Cárnicas Loriente.

La Unión Europea sigue siendo el destino predominante de los productos agroalimentarios de la región. Dentro de este bloque, Portugal (22,7% de las exportaciones agroalimentarias) y Francia (16,6%) encabezan la lista, seguidos por Alemania (10,9%) e Italia (10,4%). Estos países valoran especialmente el vino y los productos cárnicos, que representan una parte importante de las exportaciones.

Fuera de la UE, destacan los incrementos hacia Estados Unidos (+10,7%), que se consolida como un mercado prioritario para el vino y los quesos manchegos, y Japón (+14,1%), donde la demanda de aceite de oliva y vino sigue creciendo.
Argelia, con un crecimiento extraordinario del 1.350,2%, se erige como el país con mayor incremento relativo, impulsado por la exportación de productos alimentarios básicos. Turquía (+18,2%) y Rusia (+27,1%) reflejan oportunidades crecientes en mercados que valoran productos de calidad. En América Latina, mercados como México y Brasil han reducido sus importaciones de productos agroalimentarios en un 16% y 21,4%, respectivamente, debido a factores económicos internos.

El dinamismo del sector agroalimentario se explica por su capacidad de adaptación a las exigencias de los mercados internacionales, la innovación en procesos productivos y la calidad de sus productos. Sin embargo, desafíos como la dependencia de ciertos mercados y los descensos en países estratégicos como China (-12,4%) exigen diversificar aún más los destinos y fortalecer la presencia en regiones emergentes.

El agroalimentario de Castilla-La Mancha no sólo es el motor económico regional, sino un ejemplo de éxito en la internacionalización. Con estrategias orientadas a nuevos mercados y el mantenimiento de la calidad que caracteriza sus productos, la región está bien posicionada para seguir creciendo y consolidando su liderazgo en el sector global.