Las visitas de Els Joglars a la provincia de Ciudad Real se cuentan como eventos casi únicos para los amantes del teatro. Sus espectáculos unen la visión clásica, con escenarios modernos y con una rabiosa actualidad en los temas a tratar, muchas veces adelantada a sus tiempos. Este viernes demostrarán su hacer en Puertollano, tras dos años sin pisar la provincia, con una obra en la que abordan la vida de Juan Carlos I como si fuera un rey de una tragedia de Shakespeare. 'El Rey que fue' es el título de este título clave para Els Joglars porque supone el regreso de Albert Boadella a la dirección de la compañía y con Ramón Fontsere interpretando al monarca.
"El rey Juan Carlos es un personaje de todos conocidos y que tiene una vida llena de contrastes", explica Fontsere, en conversación con La Tribuna. "Es una vida que dramáticamente tiene una gran potencia y por eso decimos que si hubiera existido Shakespeare en esta época, pues le hubiera dedicado un par o tres de obras". De hecho, la idea de Els Joglars es abrir una reflexión sobre "la condición humana" y hacerlo desde el punto de vista del rey como emérito, tras lo ocurrido en toda su vida. "Hemos trasladado este espectáculo a un plano más personal", sin llevarlo al lado más protocolario u oficial.
Fontsere explica que la obra parte de la realidad, pero es una realidad dramática. "Lo hemos situado en un velero, en un barco, que es un hábitat natural para él" y desde ahí se pueden ver "sus defectos y cualidades", dándole la oportunidad de defenderse. Por este motivo, en ese barco no está solo hay un bufón, que es el hijo de un amigo suyo o una periodista que abordan todas las facetas de su vida, como en las mejores tragedias de Shakespeare en las que al rey le acompañan dos personajes cómicos que le entienden y además se rodea de un elenco de personas que van analizando todo lo que ha sucedido en su vida.
El actor Ramón Fontsere ¿Qué es más difícil interpretar a un personaje que todo el mundo tenemos en mente o a Hamlet que no sabemos cómo se movía?
"Todo es complicado. Si interpretas a un personaje real hay que ser muy exactos, para darle credibilidad y que el público entre bien en la historia. Para lograrlo hay elementos teatrales que los actores utilizamos, como absorber los impulsos rítmicos y acercarnos a una posición física y estética para que la credibilidad sea máxima. Es una obra cuyo secreto es ensayo y ensayo".
Detrás de esos ensayos se encuentra Boadella al que Fontsere pensaba que nunca iba a volverlo a tener como director. "Tiene 81 años, pero tiene una energía de 40 o menos" y esto ha hecho que "yo me puedo dedicar solo a actuar". "Ha sido fantástico, nos lo hemos pasado muy bien y hemos estado cuatro meses trabajando, partiendo de cero, porque es un espectáculo del que solo sabíamos el tema, que era el emérito, pero no sabíamos los diálogos, no sabíamos el vestuario ni el espacio escénico, se ha ido conformando poco a poco conforme han ido pasando los meses de ensayo, se ha ido construyendo el espectáculo, a través de improvisaciones, hasta formar una estructura dramática con un comienzo, un núcleo y un final".
La obra, explica Fontsere, causa "sentimientos encontrados". "Hay gente que dice que nos quedamos cortos y otra que nos hemos pasado. Hay quien dice que es muy injusto lo que decimos. El público sale distinto, de cómo han entrado" y eso es algo que solo hace el teatro: "tambalear los cimientos".
Se podrá ver esta noche en el auditorio municipal Pedro Almodóvar a las 20.30 horas y aún quedan entradas.