Ciudad Real despedirá, la próxima semana, una primavera que se colocará directamente entre las 10 más cálidas de la historia meteorológica reciente de la provincia. De marzo a mayo, durante la primavera meteorológica, ha hecho 0,4 grados más de lo normal en la última década; 0,9 más de los años de referencia que toma la Aemet, de 1991 a 2020; y 1,6 más de lo que han venido marcando los termómetros en el último medio siglo. La estación que llega a su fin en apenas unos días lo hará con una temperatura media de algo más de 15,6 grados centígrados. En la última década, solo la primavera de 2023 fue más cálida. Batió todos los récords, con 17 grados.
Este año, los ciudadrealeños han soportado un marzo con valores normales, un abril en el que apretó el calor, y un mayo también más cálido de lo acostumbrado, hasta el punto de que este año, en primavera, se registró una noche tropical. Fue el 31 de mayo, el día de Castilla-La Mancha. En esa jornada festiva, el termómetro no bajó de los 20 grados. Hasta este año, en un siglo, sólo se habían anotado tres noches tropicales en primavera.
La suma de esta estación cálida a un invierno que también fue más caluroso de lo normal, el tercero con la temperatura media más alta, dejan, por ahora, un año que marca un récord de calor. Otra vez, porque 2022 batió todos los récords de calor y 2023 los pulverizó en el Observatorio Meteorológico de la capital. Según los datos que ofrece la Aemet en su página en internet y que recopila La Tribuna, hasta el día de ayer, 2024 es el año más caluroso desde 1920 en la capital. La temperatura media es de 13,85 grados: 1,3 grados por encima de lo habitual, hasta mitad de junio, en las últimas tres décadas.
Más calor y también más lluvia. En la primavera meteorológica ciudadrealeña se han recogido 134,4 litros por metro cuadrado en la capital. Son siete litros por encima de lo habitual, triplicando la lluvia recibida en el mismo periodo de 2023. El año hidrológico que empezó en octubre acumula, en ocho meses, más precipitaciones que en el año hidrológico anterior, 342 litros por metro cuadrado. Todo gracias al paso de la borrasca Nelson a finales de marzo, que llenó pantanos y estropeó la Semana Santa con más lluvia que se recuerda.
¿Y el verano? Seco y cálido. Acaba la primavera y llega un verano, que la Aemet no espera que sea demasiado diferente a los últimos años. Aunque junio deja días con valores de hasta un grado y medio inferiores a lo que suele ser normal para estas alturas del año, las expectativas son que el verano en la provincia sea más cálido de lo normal y también más seco. Ciudad Real aparece en el mapa que dibuja la Aemet de la Península Ibérica dentro de la zona donde lo más probable, hay hasta un 70% de posibilidades, es que haga más calor de lo que suele hacer. Y eso es mucho calor: en la última década se localizan el verano más cálido en un siglo, además del segundo, el tercero, el cuarto, el octavo y el noveno.
En cuanto a las precipitaciones, más de lo mismo. El que viene será un verano seco, como vienen siendo los últimos. Hay un 50 por ciento de probabilidades de que pase eso. Los días de lluvia que deja el verano se pueden contar con los dedos de una mano en la última década y desde 2010 no caen más de 50 litros por metro cuadrado en la suma de las precipitaciones que se acumulan en los meses de junio, julio y agosto.