El pasado domingo el Atlético Tomelloso perdía por 3-1 en La Solana elevando a doce los partidos sin poder conseguir la victoria. Tras ese partido José Luis Sepúlveda, entrenador del equipo auriverde, ponía su cargo en manos de la Junta Directiva con el fin de poder enderezar el rumbo del equipo. Jorge Romero, presidente del club, le pedía reflexión sobre la decisión, pero el míster refrendaba el lunes su decisión de dejar el equipo por el bien del club y por la tarde-noche la Directiva aceptaba su cese.
Sepúlveda era presentado como entrenador del primer equipo a inicios de la presente temporada. Al frente del club ha estado un total de 24 partidos entre pretemporada y liga. En pretemporada fueron 6 los partidos jugados con un balance de una victoria, dos empates y tres derrotas, 9 goles a favor y 11 en contra. En liga han sido 18 los partidos jugados con dos ganados, siete empatados y doce perdidos, 13 goles a favor y 29 en contra.
El pasado martes Sepúlveda se presentaba en Tomelloso con el fin de firmar su finiquito y despedirse de la plantilla y el club. Su sustituto provisional será el segundo de a bordo, Álvaro Castillo, hasta que se incorpore el nuevo entrenador.
"Esto es el fútbol, presenté la dimisión después del último partido el domingo, el presidente me dijo que estaba en caliente, que me lo pensase, pero creo que se ha hecho lo correcto. El equipo lleva una mala racha de resultados, los números no engañan, y he preferido dar un paso al lado para que venga otra persona para ver si cambia la dinámica del equipo. Sinceramente, el vestuario es muy bueno, el entrenador que venga se lo va a encontrar, trabajadores y es un club que me ha tratado perfecto en todos los sentidos. Por eso el que venga se va a encontrar a gusto. La situación es la que es, pero quedan muchos partidos y en el fútbol cambian las dinámicas, el cambio de entrenador no es ni mejor ni peor, pero así puede que resurja el equipo", afirmó José Luis Sepúlveda
"Antes del partido en La Solana yo ya iba pensando algo, pero es que hay un presidente con una gran confianza y que me decía, venga Sepúlveda, venga, que la semana que viene toca. Los directivos también animaban y eso te iba dando fuerzas. No es como otras directivas que me he encontrado en mi vida deportiva que, a las tres derrotas, ya están que te tiran las flechas. El domingo pensé que eran ya doce partidos sin ganar y hay que cambiar algo. Yo soy el máximo responsable, no me quito de en medio, y he dado un paso al lado para ver si este equipo mejora con otro entrenador", continuó el ya exentrenador del equipo tomellosero.
"Creo que el equipo tiene más calidad que el puesto que ocupa, me he despedido de los jugadores y les he dicho que en el momento que ganen un partido, que es realmente lo que falta, creo que el equipo va a mejorar tanto individual como colectivamente. Mi paso por el Tomelloso no lo considero un fracaso, fracaso es de quien no trabaja, fracaso es de quien no es disciplinado, fracaso es de quien llega tarde a todo, fracaso es de quien no pone interés, fracaso es de quien no pone compromiso ni en el trabajo ni en el fútbol, pero yo todo eso sí que lo he puesto. Puede ser que sea una decepción por que yo tenía la ilusión de terminar la temporada y que el equipo estuviera en tercera división, pero fracaso no, cuando uno trabaja nunca es fracaso desde mi punto de vista", analizó.
Para Sepúlveda, "hubiera sido muy fácil quedarme y decir si me queréis echar me pagáis. Yo antes que entrenador soy persona, y el comportamiento que han tenido presidente y junta directiva conmigo, de la afición (que no ha oído ni una crítica) … eso lo he valorado mucho. Y yo no soy capaz como persona decir al presidente "págame", yo sólo le voy a decir al presidente págame lo trabajado, sé cómo está el club y la directiva quiere cumplir, está cumpliendo y no soy capaz ni por un lado ni por otro. Y luego los resultados que están ahí y no son buenos. Otra cosa es que a los cuatro partidos perdidos me quieran echar, pero lo bien que he estado en Tomelloso, lo bien que todos me habéis tratado en todos los sentidos… eso vale más que un poco de dinero. Lo digo sinceramente, y en la vida hay cosas importantes y lo menos importante es el fútbol, la amistad, el comportamiento, el trato que he recibido vale mucho".
De cara al futuro, cree que "lo que queda es quedarse con el trabajo diario y pensar en la temporada que viene y decidir si seguimos con el fútbol o no. Lo importante es pensar que al día de hoy he dado este paso, espero que el nuevo entrenador acierte y, como les he dicho a los jugadores echarle una mano, que le ayuden y que echen un poquito más de su parte cada uno a ver si se saca esto adelante. Sabemos que es muy difícil pero todavía quedan muchos puntos en juego", concluyó.