El ciudadrealeño Miguel Sánchez-Migallón está a un paso de lograr su segunda medalla olímpica. Tras ser bronce en Tokio, el jugador de la selección española de balonmano ha certificado este miércoles su pase a las semifinales de los Juegos Olímpicos de París tras vencer de forma épica a Egipto en los cuartos de final (29-28), en un choque decidido en la prórroga. Precisamente, en el combinado egipcio está el puertollanero Jesús Rivilla como integrante del cuerpo técnico que encabeza el vallisoletano Juan Carlos Pastor.
Una parada de Gonzalo Pérez de Vargas a diez segundos para la conclusión permitió a la selección española de balonmano, bronce en la última cita olímpica, volver a pelear por las medallas en los Juegos de París, tras imponerse este miércoles en la prórroga por 29-28 a Egipto en los cuartos de final.
Intervención que redondeó la sobresaliente actuación del guardameta español, el mejor jugador de los 'Hispanos' en el torneo olímpico, en un choque en el que Pérez de Vargas sostuvo con sus paradas, especialmente en la primera mitad, a un equipo español muy espeso en ataque.
Los 'Hispanos' se meten en la lucha por las medallas - Foto: ALEX PLAVEVSKI
Afectados por la inusual hora del encuentro, españoles y egipcios tardaron en despertarse, tal y como demostraron los más de seis minutos que tardó en inaugurarse el marcador.
Los 'Hispanos' se meten en la lucha por las medallas - Foto: ALEX PLAVEVSKISueño que no pareció afectar a ninguno de los porteros, ni al egipcio Mohamed Aly, que detuvo los tres primeros disparos de los 'Hispanos', ni mucho menos al español Gonzalo Pérez de Vargas, que replico con otras tantas intervenciones incluida una a lanzamiento de penalti.
Un letargo del que pareció despertar primero el conjunto norteafricano, beneficiado por la tendencia al juego de uno contra uno del lateral Yehia Elderaa o el lateral Ali Zein.
Mucho más le costó despertar a los de Jordi Ribera que basan su juego ofensivo en combinaciones de alta velocidad y precisión que requieren tener alerta todos los sentidos.
Una circunstancia que permitió a Egipto, que parece haber dado no ya un paso adelante, sino dos o tres desde la llegada al banquillo del exseleccionador español Juan Carlos Pastor, situarse cumplidos los diez primeros minutos con una renta de dos goles (2-4).
Pero si en ataque España no estaba en el partido, en defensa sí, y pareció reconducir la situación con tres recuperaciones consecutivas de balón que parecieron suponer un punto de inflexión para el equipo español que por primera vez lograba tomar la delantera (5-4) en el encuentro.
Nada más lejos de la realidad, ya que los 'Hispanos' empeñados en buscar conexiones imposibles con los pivotes se vieron rápidamente de nuevo con una desventaja de dos goles (6-8) que no fueron más por la soberbia actuación de Gonzalo Pérez de Vargas.
Sin embargo, ni las nueve paradas con la que el guardameta español cerró el primer tiempo sirvieron para evitar el despegue de Egipto, que castigó los incontables errores ofensivos del equipo español con rápidas transiciones que permitieron a los norteafricanos marcharse al descanso con una renta de cuatro tantos (8-12).
Un oscuro panorama que obligaba al equipo español a reaccionar de inmediato si no quería despedirse del partido y lo más importante de la lucha por las medallas.
Reacción que pareció llegar de la mano del joven central Ian Tarrafeta que con dos goles casi consecutivos pareció, por fin, encontrar la fórmula para superar la rocosísima defensa egipcia.
Pero si en aque el conjunto español mejoró ligeramente en defensa nunca fue capaz de encontrar la manera de frenar al central Yehia Elderaa, que con sus eléctricas penetraciones permitió a los norteafricanos mantener sus cuatro goles de ventaja (16-20) mediado el segundo período.
Todo un problema para los de Jordi Ribera que trataron de dar la vuelta a la situación recurriendo a un ataque con siete jugadores, que permitió a España reducir su desventaja a tan sólo un tanto (21-22) a falta de menos de ocho minutos para la conclusión.
El problema ahora era tratar de frenar en defensa a Yehia Elderaa al que el preparador español trató de secar con una defensa individual por parte de Dani Fernández.
Una variante que permitió a los 'Hispanos' igualar la contienda (24-24) a menos de dos minutos para la conclusión en una acción en la que Dani Fernández forzó además la exclusión de Mohammad Sanad.
Superioridad que España no pudo, sin embargo, aprovechar para decantar el duelo a su favor, aunque al menos sí forzó una prórroga que mediada la segunda mitad de antojaba un imposible para los jugadores españoles.
Tiempo extra en el combinado español pareció más firme que su rival, que parecía pensar cómo se había dejado escapar la victoria, todo lo contrario que los 'Hispanos' que cada vez más firmes en su ataque con siete jugadores de campo tomaron la iniciativa en el juego y el marcador (27-26).
Ventaja que los de Jordi Ribera, que llegaron a los instantes finales en ventaja (29-28) gracias a un gol de penalti de Aleix Gómez, lograron defender con una parada final de Gonzalo Pérez de Vargas que dio el pase a España a las semfinales en las que se medirá el viernes con Alemania, que superó en la prórroga a Francia.
Ficha técnica:
29 - España: Pérez de Vargas; Odriozola (2), Garciandia (-), Javi Rodríguez (1), Sánchez-Migallón (-), Dani Dujshebaev (1) y Dani Fernández (2) -equipo inicial Corrales (ps), Maqueda (-), Alex Dujshebaev (3), Serdio (1), Casado (4), Aleix Gómez (9, 3p) y Tarrafeta (6)
28 - Egipto: Aly; Sanad (3), Omar (-), Yehia Elderaa (7), Zein (2,1p), Elwakil (1) y Adel (3) -equipo inicial- Hendawy (ps), Abdou (-), Hesham (5), Tarek (-), Elmasry (-), Sef Elderaa (7, 2p), Abdelhak (-)
Árbitros: Horacek y Novotny (CZE). Excluyeron por dos minutos a Sánchez-Migallón y Casado por España; y a Adel, Elmasry, Zein (2) y Sanad por Egipto.
Marcador cada cinco minutos: 0-0, 2-3, 5-4, 6-8, 7-8 y 8-12 (Descanso) 10-13, 14-17, 16-19, 18-21, 22-23 y 25-25 (Final) 27-26 (Descanso prórroga) 29-28 (Final)
Incidencias: Encuentro de cuartos de final del torneo de balonmano de los Juegos Olímpicos de París disputado en el estadio Pierre Mauroy de Lille.