Los padres de Patricia García se trasladaron de Villarta de San Juan a Ciudad Real para que su hija, de 24 años, pudiera participar en la primera edición del Programa Máster, una iniciativa impulsada por Down Caminar y Laborvalía para acercar a los jóvenes con discapacidad intelectual a la universidad y a un empleo de calidad. Patricia sueña con encontrar un trabajo en servicios administrativos para poder independizarse y vivir con su novio. «Trabajamos en equipo y realizamos dinámicas que nos ayudan a prepararnos para un futuro puesto de trabajo», explica.

Desde el pasado mes de octubre, Patricia y once compañeros más asisten a clase en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Ciudad Real. Allí reciben «una formación específica y adaptada para adquirir las habilidades y los aprendizajes necesarios para que luego puedan desempeñar las funciones correspondientes a un puesto de trabajo», explica Cecilia Medina, coordinadora de Formación de Down Caminar, que hace hincapié en que esta iniciativa «nace de la inquietud que tienen estos chicos y chicas de seguir formándose para poder acceder a un puesto de trabajo».

El Programa Máster comprende dos cursos académicos. El primero, el actual, es teórico. Profesores de Down Caminar y Laborvalía imparten clases sobre competencias digitales, inglés, habilidades profesionales y salud y bienestar, entre otras materias. Formación en el aula que complementan con salidas a entornos naturales y charlas de expertos y profesionales en distintos ámbitos, que les sirven de orientación y estímulo. El programa se centra en cuatro grandes áreas, como son operaciones básicas de logística y almacén, recepción y atención al cliente, gestión de administración y guía turístico, sectores donde estos alumnos y alumnas pueden encontrar un importante nicho de empleo.

Ilusión y esfuerzo para derribar muros - Foto: Rueda VillaverdePara derribar definitivamente la puerta del mercado laboral, el Programa Máster completa la formación teórica con prácticas en empresas durante el segundo año académico, que en este caso será el curso 2024-2025. Medina avanza que ya han firmado un convenio de colaboración con Tragsa y que otras empresas como el despacho Obejo Abogados, la tienda de ropa Álvaro Moreno, Leroy Merlin y el hotel NH se han sumado ya a esta iniciativa. «Tenemos muy buena relación con las empresas y hay posibilidad de que alguno de estos alumnos se pueda quedar a trabajar, siempre en función de cómo se desarrollen las prácticas», subraya. Lo que está garantizado para aquellos que superen con éxito tanto la parte teórica como la práctica es un título avalado por la Universidad de Castilla-La Mancha, ya que esta formación está vinculada a su Aula de Inclusión e Innovación Social.

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