Veinticinco tractores antiguos evocan historia por La Solana

La Tribuna
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Un Lanz de 1958, decano en la concentración, varios Deutz, Ebro, MasseyFerguson o John Deere se pudieron ver, así como algún Barreiros

La concentración de motos clásicos de La Solana bate récord

Un total de 25 tractores antiguos recorrieron este domingo las calles de La Solana para recuperar su memoria y recordar que ellos fueron los precursores de la mecanización del campo. La concentración anual que se celebra en los prolegómenos de la Feria y Fiestas de Santiago y Santa Ana fue toda una demostración de historia viva, con tractores que no hace tanto roturaban la tierra de los alrededores. Un puñado de agricultores, muchos ya jubilados, mantienen viva la llama de un pasado que marcó un antes y un después en el trabajo agrícola, y alguno de ellos, mucho más joven, se atreve a pronunciar una frase lapidaria para definir quiénes iban antes y quiénes van ahora a bordo de estas máquinas del campo manchego: "Antes había tractoristas, ahora somos simples conductores", dice a la prensa Miguel Jaime, que a sus 19 años ya es agricultor profesional, recoge el Ayuntamiento en un comunicado de prensa.

Luis Miguel Serrano, agricultor retirado y portavoz del grupo de tractoristas, asiente con la cabeza ante la afirmación del joven Miguel. Y es que un tractor de hoy tiene poco que ver con uno de antaño, más allá de que su objetivo es el mismo: labrar la tierra. Luis Miguel reconoce que el tractor llegó para hacer más cómoda la labor agrícola. Y también más productiva. "Algunos de estos vehículos todavía están trabajando", recordaba, aunque la mayor parte ya no salen al campo y sobreviven gracias al empeño casi romántico de sus dueños.

Por ejemplo, se pudo ver un Lanz de 1958, que en esta concentración era el decano. Pero también había varios Deutz de los años sesenta, y tampoco faltaban otras marcas emblemáticas como Ebro, MasseyFerguson o John Deere. Incluso algún Barreiros. En todo caso, reliquias de un ayer que los más veteranos no ven tan lejano. La receta para mantener en forma a estos tractores es simple: cuidarlos. "Tienen una mecánica sencilla, no llevan electrónica y basta con un mantenimiento básico, cambiar el aceite cada dos años y sustituir alguna pieza de vez en cuando".

Miguel Jaime es de los pocos jóvenes que siente atracción por estos tractores de antaño. Tiene un Deutz F-3 de mediados de los años sesenta. Llegó desde Aranjuez y, como tantos otros, tenía que ir a pasar la revisión a su lugar de origen. Una locura a ojos de hoy. "Lo restauramos porque a mi padre le gusta bastante y es una afición que comparto". "Da gusto ver algo antiguo así de bien", señala Miguel."Hoy te subes en un tractor que lleva su GPS y son todo botones; en los de antes el único botón era el del pito", añade en tono jocoso.

Otro joven que atendió a la prensa fue Diego Mateos-Aparicio. Aunque no es agricultor, sí ayuda a su abuelo a mantener un Fiat 640 que compró nuevo en los setenta. "Lo restauramos hace cuatro o cinco años, lo pintamos y aquí está". Al igual que su coetáneo Miguel, sabe apreciar el valor de aquellos tractores que un día surcaron caminos y carreteras. Y labraron el terruño. Ahora, esas piezas de museo son el nexo de unión entre el ayer y el hoy de la –ahora menos dura- faena agrícola. Merece la pena cuidarlos, y por supuesto, merece la pena contemplarlos.

ARCHIVADO EN: Santa Ana, La Solana, FIAT