Convocados al acto por la campaña europea, militantes, simpatizantes y rostros conocidos del PSOE llenaron esta tarde la terraza del Hotel Parque Real, de su estructura local a la nacional. En medio de una muchedumbre de procedencia diversa, a ritmo de música rock, la escenificación buscaba la imagen de partido del pueblo, a cuyos esfuerzos se dedican de Madrid abajo, todos. Señoras (y señores) protegiéndose con abanicos de los rayos de sol que les cegaban; banderas europeas, por supuesto; y también españolas, que se ondean según la demarcación donde toque buscar el voto, como en este caso.

El que se presumía acto de arranque de campaña del partido contaba con tres protagonistas de relumbrón: las ministras Teresa Ribera e Isabel Rodríguez y la eurodiputada Cristina Maestre, estas dos últimas reconocibles para el electorado provincial. Presentó Sara Martínez, secretaria de la agrupación socialista de Ciudad Real, que mostró su orgullo por la que consideró una «apuesta clara» de la formación por un lugar donde los socialistas pasan «meses difíciles», en referencia a la aparición de pintadas en su sede local.

Los discursos de las cuatro socialistas dedicaron amplio espacio a recalcar, por parte de sus siglas, el apoyo de políticas en clave europea, feminista y ecologista, así como de la búsqueda y el mantenimiento de derechos y libertades. En clave local, Martínez llamó a «comprometerse a luchar por ese voto» a nivel vecinal, desde los pueblos a la capital. Y en global, recordó el rechazo de su partido a la situación en Gaza.

Mitin del PSOE en la campaña de las elecciones europeas con las candidatas Teresa Ribera y Cristina Maestre y la ministra Isabel Rodríguez - Foto: Fotos Rueda Villaverde

La líder de la candidatura, Teresa Ribera, remarcó para empezar la centralidad de Castilla-La Mancha. A continuación expresó que «lo mejor que nos ha pasado como país es la identificación con el proyecto europeo», ante lo cual llamó a «seguir construyendo Europa» como parte del «sueño de igualdad de los españoles». Rechazó con contundencia «la petición de menos Europa, con todo lo que ello implica» en el que considera un «momento delicado», y planteó «un futuro mejor para las generaciones» venideras fundamentado en «la cohesión y los fondos europeos».

Isabel Rodríguez, por su parte, comentó que no se trataba «de un mitin más», por ser el primero y por su identificación con el territorio. Su parlamento se levantó sobre el voto femenino, la movilización «para evitar tijeras y motosierras» y, al igual que Sara Martínez, «la capacidad para llegar a todos los pueblos y ciudades». En un guiño generacional, reivindicó a Miguel Ángel Martínez y a Manuel Marín como figuras europeas.

La intervención de Cristina Maestre fue la última y la que tuvo un mayor peso, también emocional. En un tono más vivo, en línea con la actualidad, negó «que con violencia y división social se ganen votos» y cargó contra el que consideró «intento» por parte de la derecha «patriótica» de «boicotear todo el rato los fondos europeos». Con su pensamiento de que se trata de «una campaña muy polarizada en la que tenemos el relato ganado», dijo que «el plebiscito no es Sánchez o Feijóo, sino recortes o no». Volvió a las líneas generales de las anteriores oradoras: «Tenemos que hacer pedagogía de la Europa moderna» y «votar por la convivencia, con la tranquilidad de hacer lo que tenemos que hacer». Y finalizó: «A votar y a por ellos».

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Dos veces se mencionó la provincia de Ciudad Real a lo largo del mitin, ambas de pasada: en la primera, Ribera se refirió al hidrógeno puertollanense; en la segunda, Rodríguez hizo lo propio con las obras de reforma del antiguo Hospital del Carmen. Señal de la distancia a la que queda esta provincia de Europa, o quizá solo que se trataba de elecciones en clave europea.