La apuesta por las energías renovables se ha consolidado en Ciudad Real, donde más del 82% del mix energético proviene ya de fuentes limpias, un avance significativo respecto al 40% registrado hace seis años. Según datos de la Red Eléctrica Española (REE), la producción en 2023 de los parques solares y eólicos de la provincia cubrió el consumo de casi 500.000 habitantes.
En la actualidad, Ciudad Real lidera en Castilla-La Mancha en potencia solar fotovoltaica instalada, alcanzando los 2.000 megavatios (MW). Este número seguirá creciendo, pues están en desarrollo proyectos que añadirán 1.200 MW adicionales en los próximos años. Alipio García, director general de Transición Energética de Castilla-La Mancha, señala que la región busca la autosuficiencia energética a través de estas fuentes limpias: «Cuanta más energía limpia generemos, los precios bajarán tanto para ciudadanos como para empresas, lo que atraerá más proyectos empresariales».
El mix energético de Ciudad Real está dominado por la energía solar fotovoltaica, que en 2023 representó el 61,9% del total, seguido de los combustibles fósiles (19,8%), la energía solar térmica (10,7%) y la eólica (7,6%). Este perfil permite a la provincia cubrir por completo su consumo eléctrico con renovables, un hecho destacable dado que el sistema eléctrico es nacional.
La provincia aporta el 31,8% de la producción de energía solar fotovoltaica de Castilla-La Mancha y un 7,5% del total nacional, aumentando al 17,9% si se considera también la solar térmica. En diciembre de 2023, Ciudad Real produjo 212.683 MWh de electricidad, de los cuales el 76,5% provino de fuentes renovables, lo que convierte a éstas en su principal fuente energética.
En 2023, las energías renovables generaron más de 4.000 empleos en la región y recibieron una inversión superior a un millón de euros. García explica que la Administración regional ha destinado tres millones anuales para agilizar la tramitación de proyectos renovables, una medida que incluye la creación de un equipo específico de más de 70 personas enfocado en la aprobación de expedientes para la construcción de parques renovables.
Además, el autoconsumo está creciendo en las zonas urbanas, donde los hogares, empresas y edificios públicos ya cuentan con 210 MW de potencia fotovoltaica instalada. Esto representa el 31% del total regional, igualando a Toledo. Según Alipio García, el objetivo es continuar expandiendo esta modalidad para promover la sostenibilidad y reducir costos energéticos. Ciudad Real planea añadir seis grandes proyectos de plantas solares, en proceso de evaluación de impacto ambiental. Las nuevas plantas estarán ubicadas en Ciudad Real y Miguelturra, con potencias que oscilan entre 4,17 MW y 5,74 MW, lo que reforzará el sistema de generación fotovoltaica local.
Sin embargo, estos proyectos enfrentan desafíos ambientales. Algunas plantas proyectadas están cerca de áreas protegidas, como la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en el Campo de Calatrava y la Zona de Especial Conservación (ZEC) en las lagunas volcánicas de la región. La Junta asegura que las instalaciones son compatibles con la conservación de recursos naturales, aunque insta a extremar las precauciones en torno a la ZEPA para proteger especies en peligro, como el águila imperial ibérica y el cernícalo primilla.
El crecimiento de las energías renovables responde a una estrategia regional que busca reducir la dependencia de fuentes fósiles y consolidar a Castilla-La Mancha como un polo de producción sostenible. Con una capacidad instalada de 15.156 MW, de los cuales el 84,5% procede de fuentes renovables, la región está 22 puntos por encima de la media nacional en generación limpia. Con el desarrollo de estos proyectos y las medidas de autoconsumo, Ciudad Real no sólo reafirma su rol en el sector, sino que apunta a un futuro en el que la energía renovable será clave para el desarrollo económico y la sostenibilidad regional.