Skydweller comienza a construir su segundo avión con mejoras

Ana Pobes
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Los avances en el avión propulsado por energía solar permitirán vuelos autónomos de 90 días o más. De momento, se ensamblará en EEUU «gracias al trabajo realizado en Albacete»

Skydweller comienza a construir su segundo avión con mejoras - Foto: Rubén Serrallé

Skydweller Aero continúa adelante con su proyecto de construir aviones no tripulados capaces de volar por tiempo ilimitado gracias a su alimentación a través de energía solar. Tras realizar con éxito el primer vuelo autónomo de su avión no tripulado de larga duración, la compañía hispano-estadounidense ha comenzado la construcción de su segundo avión que «incorporará mejoras en la estructura, sistemas, células solares (dispositivo capaz de convertir la energía del sol en eléctrica) y baterías para permitir vuelos autónomos de 90 días o más a altitudes de hasta 45.000 pies», comenta el director ejecutivo Robert Miller. La empresa decidió apostar por Valdepeñas como lugar donde instalar una planta dedicada a la construcción de estas aeronaves, pero de momento el avión se ensamblará en el centro espacial de la NASA, en Stennis, localizado en el condado de Hancock, en la frontera entre Misisipi y Luisiana (Estados Unidos). Se trata de la mayor instalación de pruebas de motores de cohete de la NASA. 

La empresa trabaja en el proceso de adquisición de los componentes para luego ensamblar en Estados Unidos, «donde suelen exigir fabricación local, y el avión es para allí», argumenta a La Tribuna Enrique Navarro, consejero y asesor ejecutivo de la empresa. «Estamos en conversaciones con el Departamento de Defensa de EEUU y las naciones de Europa occidental de la OTAN sobre las solicitudes para el avión», añade Miller. 

El segundo avión tendrá «una mayor capacidad de batería, lo que permitirá transportar cargas útiles más potentes», ya que pasará de tener una capacidad de 160 kilovatio hora a 200. «Es un éxito enorme de todo el trabajo que se ha hecho en Albacete», enfatiza Navarro, quien señala que la compañía sigue con su mirada puesta en Valdepeñas, «donde seguimos teniendo las instalaciones y todo dispuesto para la producción de aeronaves». «Tenemos todo listo para poner el hangar, encargar los componentes y empezar a montar una vez que se produzcan los nuevos pedidos». Pero para ello, reconoce, es clave también que el Gobierno de España «decida ir adelante con el proyecto tras más de un año estudiándolo y dé el paso con un pedido». De hecho, fue en abril del año pasado cuando el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, visitó las instalaciones de Skydweller en Albacete. 

El trabajo de desarrollo continúa, y «se va cumpliendo con los plazos» a pesar «de los muchos meses de trabajo que supone cualquier mínima modificación». Los skydwellers se pueden desplegar para misiones de larga duración, como proporcionar vigilancia aérea continua sobre zonas de conflicto, vigilar la actividad naval en aguas en disputa sin arriesgar la vida de los pilotos, detectar narcotraficantes y piratas en el mar y rastrear la migración y la caza furtiva de vida silvestre en África. La aeronave puede realizar misiones con un solo avión que históricamente ha requerido una flota de aviones convencionales, tripulaciones de vuelo y personal de mantenimiento. Un solo avión Skydweller capaz de realizar vuelos perpetuos, junto con un personal operativo mínimo, reemplaza todo este costo para la misma misión. Como tal, «el avión propulsado por energía solar son de 10 a 100 veces menos costosos de operar que los aviones convencionales para misiones de larga duración», informó la compañía en una nota.