Horas muy complicadas las que se están viviendo en el Viña Albali, aunque este lunes, a última hora de la tarde, no había trascendido ninguna decisión al respecto. Luis Palencia, presidente del club vinatero, prefirió este lunes no hacer declaraciones, pero sí apuntó a que se están buscando soluciones, sin ofrecer más detalles, para enderezar una situación que empieza a ser ya muy delicada.
Tras la derrota de este domingo ante el Real Betis, el conjunto vinatero se quedaba sin opciones matemáticas de disputar la Copa de España, pero lo que es más angustioso, posee ya solamente un punto más que la zona de descenso. Además, el divorcio entre el equipo y un sector de la afición es ya más que evidente.
Como suele ocurrir en el deporte, siempre que los resultados no acompañan todas las miradas se centran en el entrenador. En este caso David Ramos, que llegaba al club hace ahora casi cinco años.
Un lustro en el que el Viña Albali logró primero consolidarse en la máxima categoría y, posteriormente, afianzarse entre el grupo de los elegidos, pues ha participado en las cuatro últimas ediciones de la Copa de España y del play off por el título. Además, fue subcampeón de Liga y Copa de España en la temporada 2019-20, y subcampeón de la Copa del Rey en la 2021-22.
Sin embargo, el deporte está mostrando ahora su cara más cruel al club vinatero, que desde el inicio de la temporada ha ofrecido síntomas de fragilidad realmente preocupantes.
La gota que colmó el vaso fue la derrota de este domingo ante el Real Betis, que deja a un punto del descenso a los valdepeñeros, demasiado irregulares, capaces de lo mejor y lo peor. Así, tras firmar un primer tiempo soberbio e ir ganando con autoridad en la segunda mitad, el Viña Albali terminó perdiendo por 5-6 ante el penúltimo en el día del 50 cumpleaños del propio David Ramos. Tras el partido, el entrenador del Viña Albali, visiblemente enfadado, recordó que «nosotros solos nos estamos hipotecando. En la jornada 13 yo no puedo estar pensando en mantener la categoría. Ahora igual ya me lo tengo que pensar. Esto es una cuestión de personalidad y de querer asumir el reto donde estamos», reclamando mayor atención en el día a día.
Una vez fuera de la Copa de España, el técnico madrileño explica que «hay que centrarnos en el día a día y salir de ahí abajo. Nada es fácil y no se te puede olvidar de donde vienes».
Sobre su futuro, tiene claro que «siempre tiraré hacia delante. Confío mucho en mí y tengo que hacer ver al grupo que no podemos tener esos desfases de atención y lo relevante que es todo esto. No quiero ser el esclavo del éxito en Valdepeñas ni quiero que sirva de excusa. Mi conciencia está muy tranquila y lo doy todo. Soy el primero que se estruja y que asume la responsabilidad, mientras yo pueda o me dejen yo voy a seguir peleando, pero ahí hay cosas que se me escapan».
Este verano el equipo afrontó una profunda transformación, con salidas de hombres importantes los últimos años, como el portero Edu Sousa, y la llegada de jugadores nacionales contrastados como Alberto, Fernando, Eloy Rojas o Eric Martel.
Las expectativas volvían a ser muy altas, pero la exigencia de la competición está superando a un Viña Albali demasiado endeble atrás y con momentos de desconexión letales. Este viernes, además, visita a Movistar Inter, uno de los equipos más en forma.