El presidente de la Asociación de Vecinos del barrio San Juan de Tomelloso, Josué Benavente, trasladó ayer su «alegría» por el hecho de que el barrio «sea parte ya de Tomelloso», tras la firma hace unos días de un convenio con el Ayuntamiento por el que los viales del barrio, hasta ahora de titularidad privada, pasan a ser públicos, lo que permitirá que el Ayuntamiento pueda ocuparse de su mantenimiento y actuar en los espacios comunes.
«Por fin ha llegado lo que llevamos pidiendo treinta años. Ya somos parte de Tomelloso», declaró al tiempo que recordó que durante estas tres décadas los gastos de mantenimiento y limpieza de las calles corrían por cuenta propia de los vecinos, lo que conlleva un importante gasto que muchas veces no se podía cubrir ofreciendo así «una imagen de abandono».
Un barrio cuyos propietarios, enfatizó, no tienen rentas altas como puede ocurrir en otros barrios y urbanizaciones privadas, como en La Moraleja (Madrid), por lo que «no podíamos hacer frente al mantenimiento de servicios como la iluminación y alcantarillado». «Cuando se construyó el barrio se hicieron calles privadas impidiendo el acceso a personas ajenas a la propiedad, pero al final es algo que nos perjudica a todos con un alto coste de mantenimiento en esa zona privada», argumentó en declaraciones a La Tribuna para mostrar después su «satisfacción» por que a partir de ahora, tras la firma del convenio, el barrio formará parte de los viales municipales. Algo, reconoció el presidente de la asociación de vecinos, que era ya «urgente y necesario» y que no ha sido fácil, ya que ha sido un trabajo ingente de muchos años por parte de los vecinos, de la Administración y del Ayuntamiento.
«No había dinero, y la gente no pagaba el mantenimiento y los desperfectos que se podían originar. Las cosas se arreglaban a base de favores por parte del Ayuntamiento», apuntó Benavente.
Para lograr que las calles tuvieran ese carácter municipal tan demandado, los vecinos del barrio de San Juan, que cuenta en la actualidad con 120 propiedades, se han tenido que unir en mancomunidad. Es uno de los retos logrados, pero aún le queda otro, echar a los que están ocupando de forma ilegal las viviendas abandonadas, alrededor de una veintena. Es uno de los principales problemas que tiene este barrio, reconoció el presidente de la asociación de vecinos, quien confía que tarde o temprano se llegue también a una solución en este asunto que ha llevado al barrio a manifestarse en varias ocasiones.
peligrosidad. Y es que, esta zona registra un alto índice de ocupación ilegal de viviendas desde hace décadas, forzando a los vecinos oriundos a marcharse del barrio. «Si no existieran esos ocupas ilegales, seríamos un barrio normal», añadió ya que su presencia «nos afecta a nivel social, de peligrosidad y delitos», sentenció.
El Ayuntamiento de Tomelloso es muy consciente del problema y su alcalde, Javier Navarro, ha pedido ayuda a la Subdelegación del Gobierno, aunque de momento, aseguró Benavente, no ha habido ningún avance.