«Serán las navidades más caras de la historia». Así lo subraya el presidente de la Federación de Usuarios Consumidores Independientes de Castilla-La Mancha (FUCI-CLM), Pedro Romero, que con la cesta de la compra recomienda a las familias que hagan suyo el eslogan de una antigua y famosa campaña publicitaria de una marca de detergente: «Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo». Y es que el precio de los alimentos lleva subiendo de forma persistente en España desde hace 25 meses, sin bajar ni uno sólo desde octubre de 2021. Hoy, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los alimentos y las bebidas alcohólicas son un 31,6% más caros que antes de que irrumpiera la pandemia, en diciembre de 2019.
Las almejas gallegas (o almejas babosas), con una subida del 23% respecto a hace un año, son el producto navideño que más ha subido este 2023. En el apartado de incrementos de precio encontramos el besugo, la lombarda, el pavo, el redondo de ternera, la piña y los percebes gallegos, mientras que la lubina, la merluza, los langostinos y la pularda son los productos de consumo navideño que más bajan.
No por obvios, los consejos de FUCI-CLM son importantes y no está de más recordarlos. Cada familia tiene que ajustarse a su situación económica a la hora de elaborar los menús navideños, haciendo una lista y comprando exclusivamente los ingredientes necesarios. Romero aconseja no dejar las compras para última hora y, si es necesario, congelar los alimentos. «Si esperamos al último día, los precios habrán aumentando notablemente», enfatiza. También recomienda comparar precios en distintos hipermercados (ahora todos tienen página web), ya que hay productos que pueden estar mucho más rebajados en un establecimiento que en otro.
Otro de los trucos o reglas de oro más recomendables para ahorrar en el supermercado es comer antes de ir a hacer la compra. Tener apetito a la hora de hacer la compra hace que los consumidores compren muchas más cosas y más aún Navidad, «una época en la que se fomenta el consumismo». Resalta, en este punto, la importancia de «mantener la cabeza fría y no endeudarse con préstamos que tienen unos intereses abusivos». Pagar a plazos sólo es aplazar el problema, «sumar a la cuesta de enero las de febrero, marzo o abril».