En abril, un domingo, en una calle, a media tarde o a última hora del día y tras una salida de vía. Ese es el tipo de accidente de tráfico más común que se produce en la provincia de Ciudad Real, donde la A-4 volvió a ser, el año pasado, la vía más conflictiva a la hora de contar siniestros y víctimas, por delante de la N-430, la segunda carretera de la red provincial que a lo largo de 2023 registró más personas afectadas por accidentes de tráfico: 24, entre ellos tres fallecidos y dos heridos graves. Hay el triple de siniestros en carreteras convencionales que en autovías, pero en primer lugar aparecen las calles de la provincia. Casi la mitad de los accidentes con víctimas en la provincia se dan en vías urbanas.
Las cuentas que actualiza la Dirección General de Tráfico permite poner en orden las condiciones, el tipo de vía y el tipo de siniestro que se producen en la provincia. Los más letales son los más comunes, las salidas de vía. El año pasado murieron ocho personas en Ciudad Real tras perder el control de su vehículo. En total, 156 accidentes el año pasado. Uno de cada cuatro siniestros. Los que más se repiten, la combinación de salida de vía y vuelco del vehículo implicado. Después aparecen las colisiones frontolaterales y los atropellos. Tráfico registró 59 accidentes en los que una persona fue arrollada por un vehículo. Seis fueron mortales. También destacan los accidentes por alcance y las caídas, generalmente de usuarios de motocicletas y bicicletas. Se registraron 32, sin lamentar víctimas mortales el año pasado, según Tráfico.
En cuanto al momento del día en el que se producen más accidentes, los datos que maneja la DGT sitúan al fin de semana como las jornadas más conflictivas para la siniestralidad y los jueves como los días más tranquilos. El mayor número de víctimas se produce los domingos: 122, y las jornadas que más fallecidos dejaron el año pasado fueron los viernes, el día que concentra también el mayor número de víctimas de accidentes que dejaron heridos graves. Los domingos vuelven a aparecer como las jornadas con más heridos leves.
Accidentes que se concentran más en los meses de primavera y de otoño que en el resto del año. El mes con más siniestros fue abril y el que menos, enero, con casi la mitad. 49 frente a 28. Eso sí, el primer mes del año es el que más víctimas mortales sumó el año pasado, cuatro, junto a los meses de verano, los que más tráfico suelen movilizar con motivo de las vacaciones y las fiestas: junio y agosto también sumaron cuatro víctimas mortales cada uno.
El análisis de la DGT también permite situar las franjas horarias en las que más accidentes se producen. La peor es la de media tarde. De cuatro a ocho. Casi 120 accidentes de tráfico se concentraron en esas horas el año pasado, aunque la peor hora es la que va de ocho a nueve de la noche, que es cuando se suman más víctimas: dos muertos, cuatro heridos graves y 47 leves.
En cuanto a las condiciones del firme en las que se producen esos accidentes, la inmensa mayoría, casi el 90%, se producen con la carretera seca y limpia, un seis por ciento de esos percances se dan con el asfalto mojado y en un dos por ciento había gravilla suelta o barro en la vía. En lo que se refiere a las condiciones de visibilidad en las que hay un accidente de tráfico también en la mayoría de los casos, en torno al 90 por ciento, se producen con unas buenas condiciones, mientras que la configuración del terreno afecta al tres por ciento de los accidentes y en apenas el uno por ciento de los incidentes estuvieron condicionados por una mala visibilidad provocada por la presencia de un edificio.