Los ciudadrealeños vivien pegados al terruño. Los habitantes de la provincia que viven donde nacen son seis de cada diez. Unas 285.000 personas a las que el Instituto Nacional de Estadística, el INE, pone en común su lugar de residencia con el lugar de nacimiento. Los que menos han cambiado de casa son, claro, los más pequeños. El 90% de los niños y niñas de la provincia que tienen menos de cuatro años viven donde nacieron. Y a partir de ahí empieza la desbandada. De cinco a nueve años siguen sin cambiar de código postal el 83% de la población; el 82% se mantiene en su pueblo o ciudad entre los 10 y 14 años y el 77% de los adolescentes de 15 a 19 marca en su DNI el mismo lugar de nacimiento y el domicilio. Así sigue hasta llegar a los treintañeros y los que tienen de 40 a 44 años. Solo quedan uno de cada tres viviendo donde nacieron. Desde los 30 a los 44 hay más personas viviendo en otros pueblos o ciudades de la provincia que los que se quedaron en su localidad natal. A partir de ahí, vuelven a ganar los que se quedan en casa. Y desde los 55 son más de la mitad los ciudadrealeños nacidos y residentes en el mismo punto de la provincia. Un porcentaje que ya solo baja a partir de los 90 años, cuando la movilidad a otros puntos de Ciudad Real, generalmente a localidades con residencias, vuelve a crecer hasta rozar el 20% de la población de nonagenarios. 

En esas cuentas de la población residente en la provincia que realiza el INE, a los residentes 'autóctonos' también se suman 104.000 ciudadrealeños que se han mudado a otros lugares de la provincia, casi tantos como los ciudadrealeños de 'adopción'. Aquí suman los castellanomanchegos de fuera de Ciudad Real que viven aquí ahora, casi 9.000; los más de 51.000 nuevos ciudadrealeños que han llegado de otra comunidad autónoma y los más de 40.000 residentes en la provincia que nacieron en el extranjero. Entre los que este 31 de mayo celebraron el Día de Castilla-La Mancha en Ciudad Real habiendo nacido, sobre todo, en Toledo, son mayoría los que tienen de 40 a 44 años; entre los llegados de otros puntos del país 'ganan' los que tienen de 45 a 49 años; y los nacidos en el extranjero son mayoría también en la primera parte de los 40 años. Entre estos foráneos, sin embargo se anota una importante evolución de los menores de 30 años. En la provincia viven más extranjeros en esas edades que los ciudadrealeños que se han mudado, los castellanomanchegos que han llegado y los residentes que nacieron en otra comunidad autónoma.