Durante varios años han estado ahorrando el dinero recaudado a través de conciertos, papeletas y rifas para cumplir uno de sus sueños: cantar en la Basílica de San Pedro del Vaticano. Un sueño que se convirtió en realidad el pasado 6 de enero, cuando las corales polifónicas de la Orden de Calatrava de Almagro y Santiago Apóstol de Carrión cantaron con este templo católico como escenario y ante miles de fieles. Pero no solo actuaron en la Basílica de San Pedro, pues días antes, el 4, lo hicieron también en la iglesia de San Nicola In Carcere, de Roma.
Tras años de trabajo, ambas corales vieron «felizmente» culminado este proyecto. Justo Vicente Fernández es el director de ambas corales. Las dos celebraciones estuvieron presididas por el Monseñor Alfonso Luna, natural de Villamanrique y afincado desde hace tiempo en Roma. «Él ha sido quien ha llevado a cabo todas las gestiones para hacer posible el canto en este lugar». Gestiones, apunta Fernández, que se han estado fraguando desde hace años y que tras «el esfuerzo y la colaboración de Alfonso Luna se ha logrado».
La agrupación de Carrión de Calatrava vivía por primera vez la experiencia de cantar en la Basílica vaticana, mientras la coral de Almagro lo hacía por segunda vez después de 15 años. En aquella ocasión, Justo Fernández lo hacía como cantor, «dos momentos «muy distintos pero igual de únicos e irrepetibles»: «Como director quizá es más importante porque toda la responsabilidad recae sobre ti», apunta Fernández, quien acompañó con el órgano de la Basílica la obra El Santo que compuso «pocos días antes para la ocasión». Sin duda, un privilegio al que muy pocos tienen acceso, pues aunque ya lo hizo en 1999 cuando viajó a Roma como cantador, reconoce que «no todo el mundo tiene la oportunidad de vivir una experiencia inolvidable».
Aunque asegura que no hubo nervios en ninguna de las dos actuaciones, lo que sí se vivió fue «una gran emotividad», pues «solo el escenario ya sobrecogía». Detrás de cada acorde, muchas horas de trabajo y de ensayo para los 35 miembros de ambas agrupaciones que viajaron hasta Roma. La expedición la formaban 57 personas.
(más información en la edición impresa)