Cecilio Álvarez Osorio, el vecino de Torrenueva condenado a casi 20 años de prisión por el asesinato de su padre, fue detenido por la Guardia Civil de Guadalajara esta semana como presunto autor de un delito contra la seguridad vial por «conducir un vehículo bajo la influencia de bebidas alcohólicas», al superar en más de ocho veces la tasa permitida, y otro delito contra la seguridad del tráfico por conducción temeraria tras originar un accidente de circulación que provocó el corte de la Autovía del Nordeste en uno de sus sentidos de circulación.
Álvarez Osorio fue contratado hace unos días por la empresa de transporte para la que estaba realizando un servicio en Guadalajara donde el miércoles originó el siniestro. Según pudo saber La Tribuna, ayer quedó en libertad con cargos a la espera de comparecer ante la justicia, ante la que alegará su defensa que se encontraba bajo medicación en el momento del suceso y que habría provocado el resultado de la prueba de alcoholemia.
El pasado mes de diciembre, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla-La Mancha desestimó el recurso impuesto por su defensa contra la sentencia de la Audiencia que le condenaba a casi dos décadas de prisión por el atropello intencionado de su padre en Torrenueva. Se daba por probado entonces que se valió de su coche para embestir y arremeter contra su padre, con intención de matar, cuando caminaba de madrugada por la calle Ranas de Torrenueva tras una acalorada discusión por motivos familiares.
Detenido el parricida de Torrenueva por tasa de alcoholAhora, suma a ese delito por el que aún no entró en prisión tras la resolución del TSJ a la espera de un nuevo recurso planteado ahora en el Tribuna Supremo, la presunta responsabilidad del siniestro vial ocurrido en la tarde del pasado miércoles que dejó dos heridos leves al salirse de la vía con el camión que conducía, volcando posteriormente sobre la calzada al intentar volver a la misma arrollando en ese momento a un turismo que circulaba normalmente por su carril, tal y como informó la Guardia Civil. Sometido a las pruebas reglamentarias de detección alcohólica mediante aire espirado, arrojó un resultado positivo de 1,31 y 1,22 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, superando en más de ocho veces la tasa permitida para la conducción de este tipo de vehículos (0,15 mg/l).