Un avión en el que viajan ocho personas, seis pasajeros y dos tripulantes, ha sufrido un accidente mortal en medio de la larga pista de aterrizaje del aeropuerto. Un golpe de viento ha derribado el aparato y debido a lo ocurrido son varios los heridos, habiendo, incluso fallecidos. Esta situación es el problema que hoy debe resolver la nueva propietaria del aeropuerto de Ciudad Real, CRIA, en forma de un simulacro de accidente. Realmente es un examen más en el camino para conseguir los permisos de la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) y poder reabrir sus puertas el próximo 12 de septiembre. Antes ha formado a su personal, ha adquirido un foco para una de las torres de control, ha realizado obras y tiene pendiente aún otro simulacro en los sistemas de seguridad (arcos, escáneres....)... «Todo está calendarizado y el día 11 se firmará la resolución dando el visto bueno. No es previsible que ocurra nada que lo impida», dijo el responsable de Relaciones Institucionales de CRIA, José Fernando Sánchez Bódalo.
En el simulacro que se celebra esta mañana participarán más de 80 personas, expuso, y tiene el objetivo concreto de verificar que «los sistemas y el plan de autoprotección del aeropuerto funciona correctamente». Para ello habrá una labor conjunta en la que intervendrá personal propio de las instalaciones, bomberos y Guardia Civil, a los que se sumarán agentes llegados de la Comandancia, bomberos desde el parque de la capital, personal del Sescam para «la atención a heridos y víctimas», efectivos de la agrupación municipal de voluntarios de Protección Civil y personal de Cruz Roja. Se trata de «una movilización de los recursos externos» a la que se sumará «la activación del plan regional de emergencia, Platecam» para ver cómo se coordinan los distintos sistemas ante un accidente de «cierta envergadura», apuntó Sánchez Bódalo. Se trata, en definitiva de que «todo el mundo se familiarice con la infraestructura» con el objetivo de que se compruebe que hay integración entre los medios internos y externos que intervienen en una situación de este tipo.
El responsable de Relaciones Institucionales recordó que en este simulacro se seguirán los mismos protocolos que en un accidente de este tipo. Esto implica que no se podrá acceder a las instalaciones, salvo los vehículos de emergencias, y que, en principio, no está previsto que se vean afectados los vecinos de Villar del Pozo, los más cercanos a la infraestructura. «Este simulacro en concreto es un requisito administrativo», recordó Sánchez Bódalo, como modo de mostrar la importancia de seguir el protocolo línea por línea. «El aeropuerto debe contar con un plan de autoprotección antes de empezar a funcionar y tiene que estar implantado para lo que es clave el simulacro». De hecho en las instalaciones del aeropuerto habrá inspectores de AESA para comprobar que así sea. «Es un ejercicio muy técnico y no queremos convertirlo en algo llamativo o espectacular sino que sea lo más real posible», apuntó Bódalo, como modo de persuadir a los vecinos que se acerquen a las instalaciones. En torno a las 13 horas está previsto que finalicen todas las actuaciones en la zona.
Un examen con forma de accidente aéreo - Foto: Rueda VillaverdeSi todo sale como está previsto tras este miércoles «quedarán cuestiones documentales» y la infraestructura habría pasado «todos los requisitos y exámenes» de cara a esa fecha del 12 de septiembre en que se prevé su reapertura.