La empresa manchega Barahona Obras y Servicios continúa su expansión en Manzanares, con una promoción de 33 viviendas en su primera fase, doce de las cuales ya están en construcción. «Nos ha costado mucho subcontratar», comenta Irene Barahona, directora de Proyectos de Edificación de la compañía, que destaca los retos en el sector, como la falta de mano de obra especializada. Sin embargo, asegura que la respuesta del mercado es positiva: «Ya sobre plano, la mitad de los pisos de la primera fase están vendidos».
Fundada hace décadas por José Barahona, la empresa familiar ha sabido adaptarse a los cambios y retos del sector de la construcción. La tercera generación está involucrada en la empresa desde hace 20 años, y busca combinar proyectos públicos y privados, con especial interés en la promoción inmobiliaria en la región. Desde su sede en el Polígono Industrial de Manzanares, la empresa mantiene un equipo de casi 100 empleados y destaca por su compromiso con la calidad y la seguridad, avalado por certificaciones como las ISOs 9001, 14001 y 45001.
Uno de los temas relevantes para Irene Barahona es la necesidad de una revisión de precios en la obra pública, especialmente en el contexto de la inflación. «El ideal sería un proceso de revisión de precios para poder licitar sin perder dinero», afirma sobre la volatilidad de los costes de materiales en años recientes. Además, destaca la importancia de la colaboración empresarial para enfrentar estos desafíos: «Es fundamental ser partícipe en las organizaciones empresariales», señala, en referencia a su papel en la junta de APEC y el comité de la Cámara de Comercio.
Barahona es una muestra de estabilidad y solidez construida en la última década. «Si algo nos define es la ilusión, las ganas de trabajar y las ganas de continuar», comenta, con el objetivo de seguir diversificando.