El BSR Amiab Puertollano se encuentra a un triunfo del ascenso a la División de Honor, máxima categoría del baloncesto español en silla de ruedas. Una oportunidad única para formar parte de la élite, de ahí que el club industrial no lo dudara y solicitara ser sede para albergar la fase de ascenso, donde se ponen en juego dos plazas para jugar la próxima campaña en la máxima categoría. De esta forma, el pabellón Santiago Cañizares será el escenario de muchas emociones durante dos días de intensa competición.
La primera semifinal será a las 17 horas y medirá al conjunto anfitrión, como tercer clasificado de la liga regular, al segundo, el Zuzenak de Vitoria. Ya a las 19 horas se jugará la segunda semifinal, entre el líder de la fase regular, el Sureste Gran Canaria, y el cuarto, el Tenerife Santa Cruz.
Los dos vencedores de las semifinales podrán celebrar el ascenso a la División de Honor, si bien, el domingo (12 horas) jugarán la final por ser los campeones esta temporada de Primera División. A las 10 horas se habrá disputado la final de consolación.
Ángel Pablo Sendarrubias, entrenador del conjunto puertollanero, es optimista y asegura que su equipo afronta «con muchas ganas e ilusión» esta fase de ascenso en su segunda campaña en Primera. Enfrente estará un Zuzenak de Vitoria que le ganó los dos encuentros de liga, aunque estos antecedentes se diluyen en una fase donde no hay margen de error.
Además, el equipo minero llega pletórico de moral a esta fase final y con la alegría de haber recuperado a Alberto Brox, que estuvo de baja buena parte de la temporada debido a que tuvo que someterse a una operación de corazón.
Con el visto bueno de los médicos, Brox se une a una plantilla con jugadores como Salvador Zavala o Mariano Sánchez, con una tremenda calidad y que han liderado el aspecto ofensivo del equipo durante la liga regular.
«Durante la temporada hemos crecido mucho como equipo y llegamos en un buen momento», advierte el entrenador, que aunque no quiere pensar en el futuro, considera que el club podría hacer frente a lo que supone un ascenso a la División de Honor. «Los costes serían parecidos y en el capítulo de ingresos podríamos recibir más por parte de la Federación y de las instituciones», explica.
En cualquier caso, todo se decidirá en la pista y ahí considera que el apoyo de la grada debe ser un factor diferencial, por lo que hizo un llamamiento a los aficionados para que acudan a los encuentros.