Ella no se lo esperaba. Pensaba que iba a ser objeto de una recepción oficial por parte del Ayuntamiento por su último gran éxito, pero no se podía imaginar lo que le aguardaba. Con lágrimas de emoción y con una gran sonrisa, Marta Francés entraba este miércoles en el Centro de Especialidades Javier Bermejo y recibía el cariño de cientos de puertollaneros, de todas las edades y representantes de diversos clubes deportivos de la ciudad. Y junto a ellos, familiares, amigos y autoridades, como el alcalde. La triatleta recorría el recinto de punta a punta a través de un cálido pasillo humano que le brindó aplausos, saludos y mucho cariño. Una ciudad volcada con una de sus hijas más predilectas, ejemplo y referencia de superación personal y deportiva.
Marta Francés, subcampeona en los Juegos Paralímpicos de París y en el Campeonato de Europa, y recientemente campeona del mundo, fue agasajada también con la proyección de un vídeo en recuerdo de estos tres grandes momentos, y con obsequios como una medalla personalizada con sus iniciales y con el escudo de la ciudad, y dos camisetas también con sus iniciales y la inolvidable imagen de cuando conquistaba la plata olímpica. Detalles que le hacía entrega el alcalde, Miguel Ángel Ruiz, que la describía como «un ejemplo de superación» para todos.
Tras entregar ramos de flores a sus familiares, entre ellos sus padres, hermanos y abuelos, Marta Francés se dirigía a todos los asistentes para agradecer este inesperado recibimiento, en un pequeño discurso cargado de sentimiento y también se simpatía. Se emocionó al referirse a sus padres como «la ayuda, el referente, mis ídolos, los que han estado ahí antes, durante y después del cáncer, y los que me enseñaron a pronunciar esta palabra con normalidad». También expresó su emocionado agradecimiento a David García Vigara, el entrenador que «me enseñó los valores del deporte». Pero Marta también mostraba su faceta más pícara al agradecer la presencia en el acto del primer atleta olímpico de Puertollano, Javier Bermejo, cuyo nombre lleva precisamente esa instalación deportiva, y al sugerir que, quizás en un futuro, su apellido pueda compartir con el de Bermejo la denominación del centro de especialidades.
Más fotos:
Bromas a parte, Marta Francés cerraba el acto con un mensaje a los más jóvenes allí presentes, a los que animó a luchar por sus sueños: «Pensaban que no valía para el deporte pero yo descubrí que sí gracias a un cáncer y a una discapacidad. Si con mi ejemplo puedo aportar mi grano de arena para que luchéis para que vuestros sueños se cumplan, yo ya soy feliz» Por último, reivindicaba la condición de «profesionales» de los deportistas con discapacidad, que se esfuerzan y compiten para dar a España alegrías como esas tres brillantes medallas que la triatleta lució con orgullo en un emotivo acto que ni ella ni Puertollano olvidarán jamás.