López Paredes utiliza el género fantástico para la crítica social

D. A. Farto / Ciudad Real
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La joven puertollanera Alba López Paredes presentó ayer en la Biblioteca Pública del Estado en Ciudad Real, su trilogía de fantasía y ciencia ficción Nándidor una obra desde la que plantea una reivindicación del medio ambiente y de la proximidad entre las personas.

La autora reconoció que el origen de obra es un sueño que hoy es uno de los capítulos del primer libro, «a partir de ahí empecé a pensar  como podía ser la historia y la continué».

López Paredes, que ya está trabajando en una nueva trilogía, reconoció que empezó a escribir esta obra cuando tenía 14 años y sin ninguna pretensión de publicar, pero a raíz de que «mi padre tuvo un accidente y tuvo que luchar muchísimo para salir adelante, me di cuenta de que si no luchas por lo que quieres no lo consigues».

A partir de ahí reescribió parte de la obra, aunque admitió que en el texto actual del primer libro, Viaje a un continente de ensueño,  pervive mucho de la primera versión, «he intentado no quitarle ese punto de adolescencia», aunque en el transcurso de la trilogía los personajes crecen y con ellos va madurando también la trama.

La joven reconoce como una influencia clave en estas novelas la de Un mundo feliz, la obra futurista de Aldous Huxley, sobre todo en los aspectos más propios de la ciencia ficción, mientras que los aspectos que entroncan con la fantasía toma sus influencias de J. K. Rowling y la serie de Harry Potter, entre otros autores.

López Paredes utiliza una protagonista femenina, Xagoda, un personaje de una raza especial que habita en una tierra casi devastada, donde no quedan casi recursos ni alimentos y las personas deben respirar a través de mascarillas, pero la joven protagonista pertenece a una raza distinta que cree en un continente en el que la naturaleza se conserva intacta.