En términos generales ellas son mejores estudiantes en la Universidad, pero cuando se trata de encontrar trabajo son ellos los que cosechan mejores datos de inserción laboral en los primeros años tras terminar la carrera. Es una de las conclusiones que se puede sacar con los últimos datos publicados por el informe que realiza la Fundación CYD, que hace además desglose por comunidades autónomas. La Fundación Conocimiento y Desarrollo, en la que participan algunas de las empresas más grandes del país, recoge en su último estudio sobre Castilla-La Mancha –el correspondiente a 2023– los datos sobre titulación e inserción laboral relativos a 2020.
Para empezar, en las universidades que hay en la región la mayoría de los alumnos son mujeres. Ellas representan el 55,9 por ciento de los matriculados, una cifra que está prácticamente en la media del país (55,6 por ciento).
Esos porcentajes suben cuando avanzan los cursos y se busca el dato de alumnos egresados, es decir, de los que han conseguido el título. Prácticamente seis de cada diez son mujeres, anotando un 59,5 por ciento. El porcentaje supera ligeramente la media nacional, del 59,1 por ciento.
No es el único indicador que revela, para sorpresa de pocos, que ellas rinden más en la Universidad. El informe analiza, por ejemplo, la tasa de rendimiento. Es el porcentaje de los créditos aprobados en comparación de los matriculados. Ellas suspenden menos asignaturas, pues su tasa de rendimiento alcanza un 83,6 por ciento. Ellos arrojan una tasa de rendimiento peor, en concreto del 71,8 por ciento en Castilla-La Mancha.
El primer año solo un 13,3 por ciento de las estudiantes abandonan los estudios, mientras que en el caso de los universitarios ese porcentaje se multiplica por dos, hasta el 26,1 por ciento.
El estudio de la Fundación CYD también se fija en lo que se denomina la tasa de idoneidad, es decir el porcentaje de estudiantes que se ha sacado la carrera a año por curso, dejando un año adicional de margen. Ellas alcanzan una tasa de idoneidad del 50 por ciento, casi el doble que la de ellos, que se queda en 26,5 por ciento.
Más dificultades para encontrar trabajo. En la Universidad ellas logran mejores resultados, sin embargo parece que el mercado laboral no las premia. Cuando terminan sus estudios y se ponen a buscar trabajo, lo tienen más difícil. El informe se fija en el dato de cuántos de los universitarios que acabaron la carrera en 2016 tenían un trabajo por cuenta ajena a tiempo completo cuatro años después, en marzo de 2020 y lo va diseccionando por sectores.
En casi todas las áreas el porcentaje de inserción laboral es superior entre los hombres que entre las mujeres. Así ocurre, por ejemplo, en Artes y Humanidades, donde ellos tienen una tasa de inserción del 70 por ciento, mientras que ellas se quedan en el 50. En Educación, la tasa de inserción masculina está en el 60 por ciento, mientras que la femenina no llega al 54. En Ingeniería, Industria y Construcción, ellas tienen un buen 90 por ciento, pero es que ellos llegan al 95. En otras áreas como Ciencias, Negocios, Administración y Derecho o Salud y Servicios Sociales, también son ellos los que tienen mejor dato de inserción laboral que ellas.
En relación a lo que ganan, pasa algo parecido. Ellos cobran más que ellas en el área de Ciencias, en Negocios, Administración y Derecho, en Ingeniería, Industria y Construcción o en Salud y Servicios Sociales. Las retribuciones están bastante equiparadas en Educación y en Ciencias Sociales, Periodismo y Documentación. Y las mujeres ganan más que los hombres en el ámbito de Artes y Humanidades.