La subida hasta los 950 euros del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) tendrá «un efecto devastador en la España vaciada y en vez de frenar la despoblación la va a acelerar», afirmó a este diario el gerente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) de Ciudad Real, Agustín Miranda, en relación con la firma ayer de este incremento por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el vicepresidente, Pablo Iglesias, y del jefe de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, quien, no obstante, insistió en la necesidad de prestar atención a lo agro.

Miranda subrayó que este incremento del salario «repercute en la mano de obra» y, por tanto, en los gastos de los empleadores que, sin embargo, no pueden poner precio a sus productos. Por eso, criticó que por un lado se acuerde por real decreto el aumento del SMI y, sin embargo, no se haga lo mismo para garantizar un precio mínimo de venta de los productos.

En relación a los efectos que tendrá la subida del SMI en el campo, discrepó el secretario general de UPA en Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, quien afirmó: «Qué menos que dar ese salario» y aseguró que en algunos casos «están por encima de los 950 euros en la región».

Ambas organizaciones irán, no obstante, de la mano en las movilizaciones que está protagonizando el sector en distintos puntos de España y que llegarán el martes que viene a Castilla-La Mancha, concretamente a Toledo. Asaja prevé que será una manifestación «multitudinaria» y avanza que fletará autobuses «en todos los pueblos que lo soliciten».

Tanto desde Asaja como desde UPA se refirieron a la difícil situación que atraviesa el sector olivarero, así como a las consecuencias que tienen los aranceles de Trump, los bajos precios que se pagan por los productos agrícolas o la posibilidad de que se recorte el presupuesto de la PAC.