Este sábado el pabellón Las Espartanas vivirá una tarde para el recuerdo. Por primera vez, BM Pozuelo y BM Bolaños se verán las caras por partida doble en categoría nacional; dos derbis en el mismo día y en la misma pista. A las 18 horas abrirá el fuego el duelo de Oro Femenina, y a las 20 horas será el turno del choque de Primera Masculina. Una intensa jornada para disfrutar del mejor balonmano, con dos partidos llenos de rivalidad, pero también de respeto, deportividad e incluso amistad.
Así lo han querido escenificar ambos clubes, coincidiendo para analizar la previa de ambos encuentros en una bonita iniciativa conjunta con la que han querido lanzar un mensaje a la sociedad: merece la pena apostar por este deporte y por los valores de estos dos clubes, ejemplares en lo deportivo y también en lo humano.
Porque el sábado habrá tensión sobre la pista, mucha competitividad e incluso seguro que algún que otro pique. Ambos se juegan mucho. Los y las locales, sumar una victoria de prestigio ante su 'eterno rival' y darle una buena alegría a su afición en una temporada en la que los objetivos deportivos están ya más que cumplidos. Y los y las visitantes, porque necesitan el triunfo para afianzar sus opciones de ascenso de categoría, ellas a la máxima y ellos a Plata. Pero cuando terminen ambos partidos, los ánimos se apaciguarán y las aguas volverán al cauce de la tranquilidad.
Odalys Escalona, veterana capitana del BM Bolaños, lo decía de una manera muy gráfica: «En los derbis a veces hay más tensión en la grada que en la pista. Esto es solo balonmano, y tenemos vida más allá del deporte». Una reflexión a la que se unía la jugadora del Soliss Pozuelo Elena Díaz, que pedía a la afición pozueleña «que nos apoyen, pero desde el respeto; nosotras saldremos a por todas».
También eran diáfanos los entrenadores. Eusebio Angulo, técnico local, asume que «en la pista van a saltar chispas, porque todos queremos ganar y lucharemos por nuestros intereses», pero después deberá reinar «la normalidad». Por su parte, Juanmi Fernández espera que la imagen de unidad que están dando ambos clubes sirva «para que nos hagan más caso, que las empresas se den cuenta de que merece la pena ayudarlos», recordando que tanto Bolaños como Pozuelo tienen clubes que compiten con ciudades y presupuesto mucho más grandes.
En los chicos, el pensamiento es el mismo. Rivalidad, mucha, y deportividad y respeto, todo. «Es un partido que todos esperábamos, jugaremos contra excompañeros y amigos», recuerda Miguel Ángel Caraballo, entrenador del BM Bolaños. Un partido «muy especial», reiteraba Jesús Herrero, técnico del Limobel Pozuelo, que se deshacía en elogios hacia su homólogo en el banquillo rival, con el que bromeaba: «Están haciendo una temporada espectacular, se nota que tienen buen entrenador». «Nos jugamos el orgullo y dar una alegría a nuestra afición», avisaba Antonio Naranjo, portero del equipo 'espartano', que coincidirá el sábado con muchos excompañeros y amigos, con los que compartirá esfuerzo y entrega, y posiblemente buenas dosis de tensión, pero sin olvidar que, ante todo, deberá imperar el sentido común.