Los robos del 'oro líquido' desesperan a los agricultores. La baja cosecha que se espera y el precio que está alcanzando el aceite de oliva en el mercado (hasta diez euros el litro de marca) provoca el temor de los olivareros ante un aumento de saqueos por parte de los amigos de lo ajeno, capaces de arruinar la producción de todo un año en cuestión de minutos. Muchos municipios de la provincia ya han adoptado medidas de seguridad extremas para proteger sus campos. Es el caso, por ejemplo, de Valdepeñas, que ha sido pionera en la región en crear la Unidad de Agentes de Medio Ambiente, o de Malagón, que ha intensificado la vigilancia, estableciendo un horario de cierre, tanto en los puestos permanentes como en los provisionales, para evitar la llegada de aceituna sustraída.

El precio del aceite está por las nubes y la Guardia Civil protege los olivos por aire y tierra. Drones, para las zonas más abruptas, y equipos de ROCA se encargan de la prevención y vigilancia por el riesgo de aumento de robos de la aceituna en esta campaña, que arrancó a primeros de noviembre. Desde entonces, la Compañía de la Guardia Civil de Ciudad Real ha detenido a tres personas e incautado mil kilos de aceituna.

La labor del Instituto armado es fundamental para proteger la aceituna. «Una orden recoge todas las actuaciones referentes a la campaña y se trabaja en coordinación con otras unidades como la de Seguridad Ciudadana, Usecic y Guardas Rurales... para que ante cualquier incidencia que pueda haber en cuanto a vehículos como de personas sospechosas de cometer estos hurtos delictivos se inicie la investigación en base a esos datos que nos van aportando», comenta una de las agentes del grupo ROCA de la Compañía de la Guardia Civil de Ciudad Real. Resalta «el abanico de profesionales que hay en cada ámbito» y con los que se trabaja de forma regularizada, ordenada y coordinada. 

Vigilancia extrema al oro líquido - Foto: Rueda Villaverde

El dispositivo está encaminado a la vigilancia y control en la recogida, en el transporte y en los puntos de recepción como almazaras y puntos de compra, donde «se hacen entrega de aceitunas por cualquier persona». Son los principales lugares que están en el punto de mira de la Guardia Civil para comprobar la lícita procedencia de la aceituna recibida en una temporada en la que «se ha notado más robos, y de más cantidad de kilos» al menos, señala, en la zona de la Compañía de Ciudad Real y que abarca 14 municipios, entre ellos Fernán Caballero, donde el pasado viernes La Tribuna acompañó a los agentes en las labores de vigilancia y control de aceituna. No solo se custodia en las explotaciones, sino también en los puntos de recogida para garantizar la legalidad de las operaciones de compra venta y la trazabilidad del producto. En este punto, la Guardia Civil aconseja pedir el contrato «donde figure la parcela del olivar, los datos personales del propietario y la autorización para su recolección, si fuera distinta al titular del olivar» con el objetivo de cotejar esa información ante una investigación.

Entre octubre de 2022 y abril de 2023 se registraron aproximadamente 50 delitos (robos, hurtos y daños) relacionados con el olivar y se realizaron unas 1.200 actuaciones de prevención en toda la provincia, según los datos aportados por la Comandancia de la Guardia Civil. El robo y la compra-venta de aceitunas robadas es un delito que puede conllevar penas de prisión de hasta seis años y multas que pueden llegar a los diez millones de euros. En este tipo de casos, comentan desde el equipo ROCA, lo más frecuente son los delitos leves de hurto, cuyas penas son de multa de uno a tres meses si el valor de la aceituna sustraída no supera la cantidad de 400 euros. A partir de esa cantidad, la pena pasa a ser de seis a 18 meses de prisión. Si se considera un delito de robo, entonces las penas son de prisión de uno a tres años y multa de dos a seis meses, siempre que se emplee fuerza en las cosas o violencia en las personas. Si el 'golpe' se califica como un delito de receptación de productos u objetos robados, conlleva prisión de seis meses a dos años. 

El perfil de los delincuentes corresponde, generalmente, con el de cuadrillas organizadas de personas sin contrato fijo y que «realizan estos hechos en cualquier cosecha» no solo cuando llega la de aceituna, y «a última hora de la tarde», momento, señalan desde la Benemérita, en que los trabajadores del campo finalizan sus labores. «Se está trabajando bien, y es importante que nos vean en el campo», señala la Guardia Civil, que confía en que esta campaña «no sea desorbitada» en cuanto a robos. 

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Para ello, también es importante la labor de prevención de los agricultores, a quienes se les aconseja iniciar la recolección por las áreas más próximas a caminos transitables y carreteras, ya que son las más susceptibles de hurto, además de evitar dejar la aceituna recolectada, maquinaria y utensilios en el campo, caminos o exterior de las instalaciones.