Más de 2,5 millones de personas de toda España vieron desde el salón de casas cómo una serie de personas cruzaban un puente hecho con fichas de juguetes por la Escuela de Caminos de la UCLM. Fue una ardua labor, compartida por profesores, personal de administración y servicios y los estudiantes, que durante cinco meses diseñaron y trabajaron varias horas todos los días para crear una obra de ingeniería a pequeña escala. Se trata de un proyecto que muestra el poder de los estudios de ingeniería de Ciudad Real y que se puede contemplar ahora en el vestíbulo de la Escuela de Caminos «para que se vea y que los alumnos lo sientan en primera persona porque solo lo han visto en el programa o en unos días que estuvo en la plaza del Ayuntamiento», comentó José Antonio Lozano, uno de los profesores encargado de la iniciativa. «El proceso de montaje fue en un aula relativamente pequeña y montado tan grande se hizo la primera vez en El Hormiguero, ellos habían visto piezas y trocitos», indicó Santos Sánchez-Cambronero, otro de los profesores de la escuela.
Con el tiempo y con práctica, los profesores han ido desarrollando una técnica para el montaje y el desmontaje del puente. Las más de 70.000 piezas de las que consta y los más de 100 kilos de peso, se dividen solo en varios tramos del puente, para no empezar desde cero. Esta vez de hecho, montar el puente costó unas tres horas, y la intención es dejarlo en el vestíbulo de la Escuela de Caminos hasta que se pueda mantener. «Lleva tiempo montarlo y desmontarlo, es necesario hacerlo paso a paso», indicó Lozano.
La intención ahora es no probarlo, ya se sabe que el puente aguanta sin problemas 60 kilos de peso, de hecho, en el programa se rompió al cruzarlo una persona de 80 kilos, lo que muestra el poder de la ingeniería capaz de salvar con piezas de juguete cinco metros de vacío con una estructura de dos metros de altura. «Aguantó lo que tuvo que aguantar y no es necesario hacerlo sufrir más», porque, de hecho, ha habido zonas que hubo que rehacer tras su paso por el plató.
El puente de los dos millones de personas - Foto: Rueda Villaverde«La idea es que los estudiantes se motiven y que tengan ilusión», apuntó Lozano, quien apuntó que el puente se hizo como un puente de arco, porque «la forma no es fácil, funciona y trabaja bien y refleja una tipología estructural que es real». «Es una tipología que salva grandes luces», explicaron los profesores, quienes recordaron que se sale de lo normal y de los puentes de vigas a los que se está acostumbrado.
El gigantesco puente de la Escuela de Caminos tiene su origen en el concurso que la institución celebra con centros escolares de la región y que inicia esta semana su sexta edición con las primeras semifinales del certamen. Se trata de un concurso en el que se plantea a los escolares que diseñen desde el inicio un puente con estas fichas de K’nex, calculando precio y salvando una distancia concreta de manera efectiva. Este año, apuntaron los profesores, habrá cinco semifinales en las que pasarán dos finalistas y habrá una gran final con los diez equipos seleccionados.