Hubo relaciones, pero estas fueron consentidas. Es la versión que ha defendido el hombre de 37 años que esta mañana ha sido juzgado en la Audiencia Provincial, acusado de un delito de agresión sexual, por el que se enfrenta a una petición de 8 años de cárcel, según el Ministerio Fiscal, y de 6 años, como solicita la acusación particular. Una versión que contrasta con la de ella, una joven que cuando ocurrieron los hechos, en noviembre de 2023, tenía solo 16 años: asegura que el acusado la obligó a realizar el acto sexual en su coche pese a que ella le manifestó expresamente que no quería.

Según el escrito provisional de acusación de la Fiscalía, ambos se conocían al ser vecinos en Ciudad Real. Se encontraron y se intercambiaron los teléfonos, quedando para verse después. En torno a las 20.15 horas él, de iniciales J. T. C., la recogió en su coche en la plaza San Francisco y se dirigieron a un descampado, donde comenzaron a hablar. Hasta aquí coincide la versión de acusado y denunciante. En un momento dado, relata el fiscal, el procesado empezó a besar y tocar a la menor, a lo que ella se negó. Después, la invitó a pasar a los asientos traseros del vehículo, pero ella insistió en que "se sentía incómoda, que había tenido muchos traumas y que no le apetecía", pero él siguió bajándole las prendas que llevaba puestas y acabó penetrándola vaginalmente sin usar preservativo. La menor pensó que el acusado le iba a hacer daño, según relata el fiscal. Finalmente, regresaron a Ciudad Real a las 21.30 horas.

La joven denunció lo ocurrido ese mismo día, un viernes, en la vivienda tutelada en la que vivía, y pasado el fin de semana, el lunes se activaba el protocolo de agresión sexual. El acusado era detenido e ingresaba en prisión, donde sigue hasta ahora privado de libertad de manera provisional. Además de la pena de cárcel, Fiscalía reclama la libertad vigilada durante siete años más tras cumplir la pena principal, la prohibición de acercarse a la víctima durante 14 años y su inhabilitación para trabajar con menores. Además, solicita una indemnización de 14.000 euros para ella por daños morales, que en el caso de la acusación particular son 3.000 euros.

Libre absolución. El acusado acudía este miércoles a la Audiencia "tranquilo" y esperanzado en que sea absuelto de los cargos, en palabras de su abogada, al sostener que la joven, con una condición social de vulnerabilidad, no le negó el consentimiento para mantener relaciones sexuales. "No existe ningún tipo de prueba que pueda justificar una condena para mi cliente. Y en caso de que existan dudas más que razonables, se le debe aplicar el principio de in dubio pro reo, por lo que debería ser absuelto", afirmaba María Manzano a La Tribuna, quien entiende que la joven denunciaba a su representado porque "estamos hablando de una persona que tiene un pasado complicado y, quizás lo está pagando con mi cliente". El acusado tiene antecedentes penales, aunque no computables en esta causa.

El juicio quedaba visto para sentencia.