No parece que los responsables de medio controlar este puñetero país, que parece estar disolviéndose como un azucarillo, estén dándose cuenta, ni poca ni mucha, de que están llevando al país a malos y peligrosos terrenos y ello por los intereses de cada grupo ideológico de los formados tras la muerte del general Franco y la instauración de esta dislocada democracia. Al margen de que estemos metidos de patas en un sistema político electoralista, con todo lo que eso supone y conlleva, y que son condiciones inherentes a ello, a la democracia de partidos, existe luego un apartado en el contexto general, en el que, con mayor o menor intensidad, jugamos todos y que, dada su importancia a medio plazo, deberían ser analizados con toda la fuerza del sistema, si es que la tiene, porque la situación es grave, mucho, y las ganas de afrontarla son pocas, ya que lo que interesa a los políticos, sobre todo a los que obtienen resultados electorales de cientos de miles de votos, especialmente PP y PSOE, son eso, sus resultados de partido, y olvidando todo lo que a cosa general, no a Causa General, oliese. Y ello, como ayer demostró el presidente del Gobierno en el Congreso, porque España está siendo conducida al matadero que supone situaciones como las que estamos viviendo cada día. Unas veces en los hemiciclos, otras en los mítines, otras en los juzgados o en las manifestaciones y también en… para muestra, un par de botones.
Por la importancia del transfondo de todo tipo que tiene lo dicho por Pedro Sánchez: el PNV, el PSOE y Bildu 'hemos ganado' al PP por 9-1. O sea, que los millones de ciudadanos votantes del PSOE son militantes de Bildu y herederos de ETA. Al menos, eso dice su secretario general; otrosí digo sobre la -confieso que no sé cómo llamar a esa actitud y dejo un espacio en blanco-, irresponsabilidad de tener una buena parte de la fuerza organizadora del PSOE, dedicada a minar el terreno a la presidenta de Madrid, como si no hubiese en este país que se rompe, que lo están rompiendo Sánchez y el rebaño que lleva tras de sí, otros temas para dedicar esfuerzos a parar lo que, para mí, está más que perdido, y que son los temas vasco y catalán. Y si hace falta, seguimos con temas como los espionajes de Estado, más comisiones y no del novio de Isabelita, y cosas y casos de tratos de favor para Marruecos, nuestros apuñalados oficial por temas varios, o 50.000 millones de euros que rondan por ahí y de los que, lo dijo ayer el socialista Illa, 5.000 van, seguro, para Cataluña. -¿Cuántos nos van a tocar a los de Ciudad Real?- Y en fin, que nos preocupamos de nuestro coto particular, como buenos capitalistas de nuevo cuño.
Y en estas, Pedro Sánchez dijo ayer tarde, una vez hubo cerrado su agenda, que podría dimitir tras haber sido admitida una querella contra su esposa, sospechosa de tráfico de influencias.